Pedro Sánchez
¿Se puede cambiar la Ley de Estabilidad?
¿Qué está pasando por la cabeza del Gobierno?
Después de recibir el apoyo de los diputados del PNV, el Gobierno no sólo se ha quedado con su propuesta de modificar el cuadro macroeconómico para los próximos años, sino que baraja qué hacer para evitar que le vuelva a suceder.
¿Qué significa el «no» del Congreso al techo de gasto?
Según el artículo 15 de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, si el Congreso de los Diputados o el Senado rechazan los objetivos, el Gobierno, en el plazo de un mes, remitirá un nuevo acuerdo que se someterá al mismo procedimiento.
¿No ha sido necesario siquiera que las cifras se debatieran en el Senado?
Basta con que una de las dos cámaras diga no. En el Senado, el PP cuenta con mayoría absoluta y ya había anunciado su veto al nuevo cuadro macroeconómico. Pero no ha tenido ni que tirar de su aplastante mayoría.
¿Pero, dentro de un mes se puede repetir la escena?
Sí. Puede que las formaciones políticas que ayer se abstuvieron y que votaron a favor de la moción de censura que llevó a la presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez reconsideren su opinión y voten a favor dentro de un mes. Pero el PP volverá a tumbar las cifras en el Senado. Eso está asegurado.
¿Cómo puede evitarlo?
Hay una fórmula que parece que está barajando el Gobierno: que el trámite parlamentario de los objetivos de estabilidad presupuestaria que acompañan al techo de gasto no finalicen en el Senado.
¿Qué habría que hacer?
Que como todos los proyectos de ley se debatan primero en el Congreso, después en el Senado, y si la Cámara Alta realiza alguna modificación, el nuevo texto vuelva al Congreso. En definitiva, que los 350 diputados de la Cámara Baja tengan la última palabra, como ocurre con los Presupuestos Generales del Estado, por ejemplo.
¿Pero eso supondría modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria?
Obligatoriamente. El artículo 81 de la Constitución dice textualmente que «la aprobación, modificación o derogación de las leyes orgánicas exigirá mayoría absoluta del Congreso en una votación final sobre el conjunto del proyecto». Es la única baza que puede jugar el Gobierno o volver al cuadro macro de Montoro.
La ministra de Hacienda ha descartado esta opción
Ha pedido que las formaciones políticas recapaciten sobre la base de que no ha habido discrepancias entre las dos cámaras, ya que la votación no ha pasado el trámite de la primera. Increíble.
¿Y que hará?
Parece difícil que logre la mayoría de 176 diputados para cambiar una ley orgánica. Pero tampoco nadie creyó en que la moción de censura prosperara hasta que llegó el día de la votación. Sería un desafío, si no una osadía, cambiar una ley como la Estabilidad Presupuestaria, exigida en su momento por Bruselas, con 84 diputados.
✕
Accede a tu cuenta para comentar