Seis yihadistas españoles han viajado a Siria e Irak durante el último mes

Durante el último mes han logrado viajar a Siria e Irak un total de seis ciudadanos españoles, con lo que la cifra conocida de combatientes de nuestro país en las filas del Estado Islámico (Daesh, por su acrónimo en árabe) es de casi 80, según han informado a LA RAZÓN distintas fuentes antiterroristas.

Pese a la intensa presión que realizan las Fuerzas de Seguridad sobre todos los colectivos de los que normalmente pueden salir estos individuos, se sabe que al menos uno ha conseguido poder viajar a zonas de combates desde Cataluña, mientras que los otros cinco lo han hecho desde Ceuta o Melilla.

La Policía y la Guardia Civil conocen las identidades de estos individuos, que no se hacen públicas por claras razones operativas, y ya han sido comunicadas al resto de países occidentales que luchan conjuntamente contra el Estado Islámico y, en especial, a Turquía.

Las últimas detenciones efectuadas en las últimas semanas han permitido conocer el «modus operandi» que siguen los futuros yihadistas hasta llegar a Siria. Primero, se alojan en un hotel de Estambul, donde un individuo les entrega billetes de autobús para llegar hasta la frontera. La cita suele tener lugar en una casa abandonada o en una cueva, donde son recogidos por los «pasadores» de la frontera.

La brutalidad de la que está haciendo gala el Estado Islámico, así como las noticias del maltrato que se da a algunos de los recién llegados hasta que los cabecillas se convencen que valen para el combate ha obligado a esta banda terrorista a tener que incluir en el último número de la revista oficial del grupo terrorista «Dabiq» consejos destinados a los «jefes militares».

Constituye una especie de código del buen liderazgo, que incluye, entre otras, las siguientes recomendaciones: ser religiosamente justo (sinceridad a Alá, no hacer ostentación de riqueza, adquirir las cosas de forma justa), ser buen comandante en el campo de batalla (elegir bien a los mandos subordinados, estudiar correctamente los terrenos, utilizar la astucia y el engaño, no dejarse engañar), ser buen líder para los subordinados (sinceridad hacia ellos, buscar la consulta y el debate, huir de las malas compañías y las falsas alabanzas o ser piadoso con las familias de los mártires del Daesh, entre otros consejos).

Por otra parte, en el último número de la publicación se incorpora también una entrevista con Abu Umar al-Baljiki en la que se trata de poder demostrar que los servicios de información son vulnerables y que se puede ir y venir de Siria e Irak sin mayores problemas. Este individuo logró huir de una operación policial desarrollada en Bélgica.

Dice el entrevistado que él, junto con otros dos terroristas que murieron en la citada operación policial, fueron escogidos por Alá para viajar a Europa con el objetivo de aterrorizar a «los cruzados». Querían atentar en Bélgica por ser éste un país que pertenece a la coalición internacional conformada para hacer frente al EI.

Preguntado por el «día de la batalla» con las autoridades belgas el combatiente yihadista asegura que más de 150 soldados de las fuerzas especiales francesas y belgas asediaron a sus dos compañeros, «quienes alcanzaron así el martirio».

Habla también de las últimas detenciones realizadas en Grecia, España, Francia y Bélgica con la finalidad de arrestarle, sin que esos detenidos tuvieran relación con él, y pide a Alá que libere a todos los musulmanes que están en las «cárceles de los cruzados». Esta referencia a la excarcelación de los yihadistas puede dar una idea de planes que tenga en marcha el Estado Islámico para poder organizar fugas o asaltos a los centros penitenciarios en los que se encuentran.

Respecto a su viaje de vuelta a Siria, pese a ser buscado por las autoridades europeas, Abu Umar al-Baljiki dice que su «exitoso» regreso demuestra que los musulmanes no deben temer a los servicios de inteligencia de los países «cruzados»; esto supone seguir alimentando la causa yihadista haciendo una referencia manifiesta a personas que se estén planteando si unirse al grupo terrorista.

Las denuncias por islamofobia suben un 70%

Las denuncias en 2015 por discriminación hacia los musulmanes son ya más de 80, lo que supone un incremento del 70% con respecto a 2014. El pasado ejercicio se registraron un total de 49 denuncias y se dio un aumento del 6,5% en comparación con 2013, periodo en el que el cómputo global fue de 45. Estos datos se pueden extraer del estudio Islamofobia en España 2014, que fue presentado ayer por la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia. El informe también indica que el 46% de las denuncias recibidas en 2014 fueron casos contra bienes materiales (incluyendo daños y cierre o desplazamiento de mezquitas) y el 54% restante, actos contra personas físicas. De los casos de discriminación a personas, la mayoría fueron agresiones verbales, con gran proliferación de mensajes en redes sociales.