Política

Asesinato de Isabel Carrasco

Un «perfecto plan» diseñado para asesinar a Carrasco

La defensa pide la exculpación de Triana, la hija de la autora del crimen

Triana Martínez (c), una de las tres acusadas por el crimen de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de León
Triana Martínez (c), una de las tres acusadas por el crimen de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Leónlarazon

La defensa de madre e hija admitió que la autora del crimen fue Montserrat, pero exculpó en todo momento a su hija, ya que según sostiene su abogado, no le entregó el arma con el que perpetró el crimen. Para la madre solicitan el eximente de trastorno mental transitorio.

Era el «perfecto plan», con una planificación milimétrica y un reparto de papeles perfectamente diseñado. Así hubiese sido de no ser por que las acusadas se toparon con un policía nacional jubilado que se encontraba en las proximidades del lugar de los hechos y que a la postre fue quien permitió las detenciones de las acusadas del asesinato de la presidenta de la Diputación Provincial de León, Isabel Carrasco. En primer lugar la de Montserrat González y, posteriormente, la de su hija Triana y la policía local Raquel Gago.

Tanto el fiscal como las acusaciones vinieron a coincidir en la perfecta planificación de los hechos. "Quién iba a pensar que la mujer e hija del inspector de Astorga eran las asesinas, con la participación de una policía local", se preguntó al respecto el fiscal, que incidió en que todo fue planeado con «cuidado», buscando el "lugar adecuado"donde no había cámaras y conseguir así matarla. El Ministerio Fiscal, que solicita 23 años de cárcel para cada una de las acusadas, insistió en que nada de lo relacionado con este crimen fue "una casualidad"y puso como ejemplo las llamadas en pocos minutos realizadas en primer lugar por la madre a su hija Triana y de ésta a la policía imputada.

La defensa de madre e hija reconoció, por su parte, que la autora del crimen fue Montserrat, pero exculpó en todo momento a su hija, ya que según sostiene su abogado, no le entregó el arma con el que perpetró el crimen, sino que la tiró a un garaje y su hija Triana recogió el bolso y se lo entregó a la policía sin conocer que dentro iba el revólver con el que asesinaron a Carrasco.

La defensa también alega que se le debe aplicar la eximente incompleta de trastorno mental transitorio porque en el momento en que sucedieron los hechos "padecía un trastorno de ideas delirantes" y entendía que, por la persecución a la que estaba siendo sometida su hija por Carrasco en la Diputación, "no tenía más remedio que darle muerte, haciendo justicia y un beneficio a la humanidad". Por ello, su letrado solicita que se le condene a 7,5 años de cárcel por asesinato y un año de prisión por tenencia ilícita de armas.

Sin embargo, ni el fiscal ni las acusaciones dan credibilidad al informe pericial de la defensa en el que se alega este supuesto trastorno. Así, la acusación particular lo resumió. "Ella no está loca. Asesinó a una persona a la que apenas conocía, a sangre fría. No padece ningún trastorno. Estaba perfectamente cabal porque actuó conforme a un plan. Todo estaba perfectamente estudiado. Tenía inquina, pero no estaba loca".

El fiscal, también rechazó cualquier tipo de atenuante porque en su opinión lo que ocurrió fue un «asesinato sin ninguna duda». "Matar no es fácil, ni siquiera una persona que está ya en el suelo y a punto de morir", matizaba el Ministerio Fiscal.