Gastronomía

El curioso origen del por qué se suele comer cocido el jueves

Este plato contundente de cuchara, compuesto de garbanzos, sopa, carnes diversas y verduras que se elabora y se degusta de muchas maneras según la zona de España, es una de las comidas preferidas en esta época del año cuando el frío aprieta

Un buen cocido maragato para comenzar el año
Cocido maragato en Las TermasLa RazónLa Razón

El invierno se acerca, y aunque el otoño, en general, ha sido benévolo en lo climatológico, con temperaturas más calurosas de lo normal, lo cierto es que en los últimos diez días el frío se hecho presente en toda España, sobre todoC en el norte del país y en Castilla y León, donde las heladas nocturnas y las temperaturas cercanas a los cero grados protagonizan el día a día en estos lares.

Y para combatir este frío qué mejor que los platos de cuchara, habituales en las mesas de los hogares en estas fechas para calentar el cuerpo algo entumecido cuando uno llega a casa para llenar el estómago y recuperar fuerzas después de la jornada laboral.

Y entre estos platos contundentes que tiene nuestra gastronomía, hay uno que es típico en muchas zonas del país y que por tanto se puede elaborar de muchas maneras, en función del lugar en el que se cocine, y que traemos a estas líneas de LA RAZÓN de este sábado por si alguien está pensando aún qué hacer de comida hoy o mañana. Nos estamos refiriendo al cocido, compuesto por legumbres, sobre todo garbanzos, además de sopa, pero también carne de distintos tipos y a gusto del consumidor, embutidos -habitualmente chorizo o morcilla- y verduras, sobre todo berzas.

En España se elabora por tanto de diferentes versiones, desde el montañés o lebaniego en Cantabria, hasta el puchero andaluz o el pote asturiano pasando por cocido el madrileño, el más conocido en España, que arranca con un caldito que puede llevar fideos, para pasar después a las verduras con garbanzos -gabrieles en Madrid-, patatas y berzas y finalmente las carnes, donde no falta el chorizo y un buen trozo de tocino. El cocido madrileño, además, y como singularidad, se sirve en tres "vuelcos". O lo que es lo mismo, se sirve en tres veces.

En Castilla y León destaca el maragato, típico en la comarca de la Maragatería, en Astorga y alrededores. El más famoso es que se elabora en la localidad de Castrillo de los Polvazares, sobre todo por que se come de una manera diferente a las demás, al revés. Se empieza por las carnes, desde morcillo, careta o morro de cerdo, lacón, gallina o costilla, además del tocino, el chorizo, las patatas y el huevo, para luego dar cuenta de los garbanzos con verduras y, finalmente, acabar con la sopa de fideos y su sabroso caldo.

El cocido madrileño es uno de los platos clásicos del restaurante La Cañada, en Boadilla del Monte, Madrid
El cocido madrileño es uno de los platos clásicos del restaurante La Cañada, en Boadilla del Monte, MadridLaura García Morey

Pero dicho esto, hay una peculiaridad del cocido que se da en los restaurantes de toda España donde se sirve, y que lo hace también diferente a los demás platos de cuchara o cualquier otro menú de la carta del establecimiento. Y esa peculiaridad no es otra que el día de la semana en la que se suele comer este plato: los jueves.

No es una norma escrita que haya que cumplir a rajatabla, pero lo cierto es que no hace falta más que dar un paseo por una ciudad cualquier pueblo de nuestro país para comprobar cómo en muchos restaurantes y casas de comidas se ofrece como menú del día un buen cocido. Lo cual no quiere decir que este plato solo se sirva los jueves, pero es verdad que suele ser el protagonista de las cartas.

¿Y qué tiene el jueves o por qué este día para comer cocido?

Existen varias teorías, como por ejemplo que se trata de una tradición que proviene de los mercados semanales que se han celebrado por todo el país desde la Edad Media, especialmente en lugares de mucho movimiento comercial, y que se desarrollaban los jueves. Se cuenta que estos días de mercados se compraba mucha carne de tocino y que en las casas, posadas y casas de comidas de la época se aprovechaba para echar este ingrediente a la olla para cocinarla junto a los garbanzos puestos a remojo el día anterior y el resto de viandas, porque era la mejor forma de conservar el tocino.

Hay otra teoría que dice que se comía el cocido los jueves para aguantar el ayuno de los viernes que los cristianos llevan a cabo en tiempos de Cuaresma, como una forma de oración de penitencia y acto de sacrificio y reflexión en conmemoración de la muerte de Jesús en la cruz. Al ser un plato contundente, se podía aguantar más tiempo y mejor sin comer.

Y una conjetura más hace referencia a su origen sefardí, que son los descendientes de los judíos expulsados de la Península Ibérica a finales de la Edad Media, oriundos de España o que, sin proceder de España, aceptan las prácticas especiales religiosas que en el rezo mantienen los judíos españoles.

Pues según esta creencia, lo de comer el cocido los jueves tiene que ver con la evolución de un plato sefardí:la adafina, un cocido de garbanzos elaborado con carne de cordero muy popular entre los judíos sefarditas, que se elabora en una olla de barro durante la noche del viernes y se come durante el Sabat, sábado en el judaísmo y día sagrado de la semana en esta religión.

Al igual que ocurre con el cocido madrileño que decíamos antes, la adafina, palabra que procede del árabe dafīnah y que significa tesoro, enterrado o escondido, tiene el rito de los tres vuelcos, en el que primero se toma la sopa y posteriormente la carne y la verdura.

La adefina aparece en la literatura, como por ejemplo en los Cantares del arcipreste de Hita:

Algunos en sus casas pasan dos sardinas,

En agenas posadas demandan gollerías,

Desechan el carnero, piden las adefinas,

Desían que non combrian tosino sin gallinas.

Pues resulta que, según parece, este plato fue evolucionando poco a poco a la cultura cristiana y, para diferenciarse de la receta sefardita, los cocineros de la época, sobre todo los creyentes, decidieron cambiar el día de la semana para comer este plato del sábado al jueves, y así se ha mantenido la tradición de comer cocido el cuarto día de la semana.