Política

El desafío independentista

Una polémica que llegó al Consejo de Ministros

La Razón
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En pleno debate soberanista tras el órdago liderado por Artur Mas, y a sólo dos días de que se celebraran las elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco, la polémica sobre la mala situación de las cárceles catalanas llegó hasta el Consejo de Ministros el pasado mes de octubre. Tras la reunión del Ejecutivo, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, instó al consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, a ocuparse de «sus cosas» porque «luego pasa que te crecen las chinches y las ratas en la prisión Modelo de Barcelona». Sáenz de Santamaría respondía así a Puig, que unos días antes había instado a los Mossos d'Esquadra a ponerse del lado de la Generalitat «en caso de conflicto» tras el anuncio de la celebración de un referéndum ilegal de independencia. Horas antes de la intervención de la vicepresidenta ante los periodistas tras el Consejo de Ministros, el Departamento de Justicia del Gobierno catalán había reconocido que en los últimos meses se había detectado la presencia de chinches y ratas en la citada cárcel, pero que se habían combatido con los «correspondientes protocolos de desinfección».