Una remontada difícil para el PSOE

¿Qué razón objetiva podría explicar hoy una remontada del PSOE? ¿Tanto han variado las circunstancias desde el mes de septiembre al de junio? Tan solo han transcurrido ocho meses y el PSOE viene de perder dos elecciones generales consecutivas en un periodo de siete meses, los que distan de diciembre de 2015 a junio de 2016, y ambas con Sánchez como candidato. ¿A quién pretenden engañar o a qué oscuros intereses sirven los que hoy afirman que Sánchez está resucitando electoralmente al PSOE?

Las primarias socialistas del 21 de mayo ya son historia y el error histórico cometido con la reelección de Sánchez condenan al PSOE a la ruina o a la escisión. Definía Cervantes la Historia como la advertencia de lo «por venir». El Congreso de junio volverá a ser una prórroga, quizás la última, como las que vienen sucediéndose desde 2000. En aquel 35 Congreso Federal Zapatero se impone a Bono por tan solo 9 votos de los 995 delegados. El PSOE necesita un líder fuerte con un respaldo contundente, no con el 50.2% de los votos como los que obtuvo Sánchez en las primarias. Mariano Rajoy y Albert Rivera aplauden la decisión de las bases socialistas, pues tienen al frente del PSOE a quién más le interesa, y que les garantizan el crecimiento del centro-derecha.

Intentar a estas alturas ganar votantes de Podemos con un argumento tan ingenuo como «Me siento muy próximo a los votantes de Podemos» o ganarse la simpatía de separatistas con declaraciones del nivel intelectual de que «España es una nación de naciones» en pleno desafío separatista denotan las dotes estadista del jefe del segundo partido nacional.

El que las bases hayan conseguido entronizar a Sánchez nos recuerda el penoso episodio de la llegada de Fernando VII a Madrid en 1814. A su vuelta del destierro el monarca fue recibido por el populacho al grito de «vivan las cadenas». Su carroza dejó de tener tracción animal de cuatro patas y sustituida por elementos del pueblo que tiraron de ella.

El «Sí es sí» de Sánchez en las primarias no es más que una copia del «Sí se puede» podemita. El injustificado complejo que siente parte del PSOE con Podemos les lleva a tomar decisiones absurdas. El restaurado líder se estrena con un retroceso electoral del PSOE, el primero que registra en 2017.

El PSOE rompe ahora su tendencia de recuperación electoral que inició en enero con la nueva gestora. Sánchez trae el primer descenso y deja al PSOE en el 20.5% del voto, a 2.1 puntos por debajo de su resultado de 2016.

Sin embargo Podemos no se hace con esta deserción del voto socialista, ya que a su vez los de Iglesias caen 1.0 puntos con respecto al 26-J.

En el centro-derecha la pugna es favorable a los populares; el PP ha crecido desde las elecciones generales de 2016 en 3.0 puntos, al tiempo que Ciudadanos ha caído 0.5 puntos.