Unidos contra la consulta... y por el baloncesto

Era la primera vez que se veían en la Moncloa y había expectación por conocer si habría mucha coincidencia en los argumentos de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.

Era la primera vez que se veían en la Moncloa y había expectación por conocer si habría mucha coincidencia en los argumentos de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.

Por lo dicho por el líder del PSOE en conferencia de prensa tras las tres horas de entrevista y por lo que las fuentes del Gobierno han dejado entrever, ha habido mucha cordialidad, muy buenas formas, muchas diferencias y, al menos, dos puntos de vista coincidentes: el rechazo a la consulta en Cataluña y el baloncesto.

La primera identidad de criterio era previsible por lo que habían venido exponiendo uno y otro antes de su cita en la Moncloa.

Lo segundo ha devenido de la charla amistosa que han mantenido en la que han hablado de sus familias y en la que ha sido inevitable hacerlo también de deportes en general y de dos de ellos en concreto, baloncesto y ciclismo.

Si se conocía que Sánchez había llegado a jugar en el Estudiantes, hoy Rajoy le ha trasladado que también fue jugador de baloncesto en León.

El deporte une, pero no ha sido argamasa suficiente para que hayan sumado muchas más coincidencias, aparte de la disposición mutua a mantener una colaboración leal.

Rajoy ha defendido la reforma laboral que Sánchez asegura que derogará si llega a la Presidencia del Gobierno; y el jefe del Ejecutivo le ha pedido que el PSOE se implique en las mejoras democráticas que pretende, cuando ayer mismo el nuevo líder socialista le dio un no rotundo a la elección directa de alcaldes.

Y si el sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba ha planteado la necesidad de reformar la Constitución, el jefe del Ejecutivo le ha trasladado que en este momento no se dan las condiciones para ello.

Es decir, la distancia es muy considerable aunque hoy se han guardado, y mucho, las formas por ambas partes, incluida la invitación de la Moncloa a que Sánchez diera su conferencia de prensa en la sala reservada a las intervenciones del presidente o de la vicepresidenta tras las reuniones del Consejo de Ministros.

Tal y como hace ella, ha ido dando la palabra a los periodistas después de preguntar si era él quien tenía que encargarse de ese cometido.

Son las circunstancias de su nueva condición. Sánchez ha confesado sentirse "un poco raro"en ese escenario, pero es en el que confía desenvolverse como en casa dentro de año y medio.