Vuelta al cole

“Que ahora no haya previsión, es una imprudencia temeraria por parte de nuestra clase política”

Entrevista con Manuel Antonio Fernández, más conocido como El Neuropediatra

El el tema de “moda” dentro de la inagotable fuente de noticias que es el coronavirus: la vuelta al cole. Padres divididos entre si los van a llevar o no al colegio. Pero, ¿es una decisión que los padres puedan tomar? ¿Es arriesgado llevarlos?
El el tema de “moda” dentro de la inagotable fuente de noticias que es el coronavirus: la vuelta al cole. Padres divididos entre si los van a llevar o no al colegio. Pero, ¿es una decisión que los padres puedan tomar? ¿Es arriesgado llevarlos?EL Neuropediatra

El el tema de “moda” dentro de la inagotable fuente de noticias que es el coronavirus: la vuelta al cole. Padres divididos entre si los van a llevar o no al colegio. Pero, ¿es una decisión que los padres puedan tomar? ¿Es arriesgado llevarlos? El afamado neuropediatra Manuel Antonio Fernández, responde a la razón sobre esta peliaguda decisión.

Vuelta al cole. ¿A qué le suena esta frase tan normal siempre en esta época del año y tan atípica en este 2020?

Este año me suena a caos, a desconcierto e incertidumbre. Tanto que el otro día leí una frase de esas que cuelgan en facebook y se me quedó grabada. Era una madre y decía. “No van a suspender las clases hasta que compréis los materiales. Eso es así”. Y la verdad es que al leerla, por absurda que pueda parecer, viendo cómo están manejando las distintas administraciones la situación, me pareció de lo más racional. La gente ya tiene la mosca detrás de la oreja. Que el COVID19 nos pillara desprevenidos en marzo podrá haber colado, pero que ahora no haya previsión, es una imprudencia temeraria por parte de nuestra clase política. Una falta de respeto a todos los padres y por supuesto, un incumplimiento del derecho a una educación segura para los niños.

Los datos son irrefutables: los niños son vectores de transmisión pero no les afecta el virus como a los mayores. ¿Esto le tranquiliza como profesional y como padre?

Me temo que no es oro todo lo que reluce. Son ya bastantes los casos de niños con afectación grave por Coronavirus. Diferente habitualmente de las consecuencias en adultos pero tanto o más graves. Ha habido casos de shock grave en Madrid y otras comunidades tanto en niños como en adolescentes y hay problemas de trombosis en manos o extremidades e incluso ictus, así que para nada es algo tranquilizador.

Todas las administraciones han tachado a los niños de transmisores pero ninguna se ha preocupado de la repercusión sobre su salud y ahora vemos que tampoco sobre la repercusión en su educación.

Nuestra intención era matricular a nuestro hijo en la guardería en septiembre ahora que ya ha cumplido un año pero en la situación actual no lo vamos a hacer de ninguna manera. Aún no ha llegado el otoño, época de más contagio de infecciones infantiles y ya estamos teniendo más casos que al inicio del confinamiento. La que nos espera este final de año es inimaginable y parece que hay mucha gente mirando hacia otro lado

Si yo voy a su consulta y le pregunto: ¿Doctor, me aconseja llevar al niño al cole? ¿qué me responde?

Si tu hijo está en edad de escolarización obligatoria, debes llevarlo. No es solo un derecho, es una obligación. Pero la misma obligación tiene la administración de garantizar su seguridad en el centro educativo o un sistema alternativo fiable y equiparable al 100% con la enseñanza presencial. La cuestión es hasta que punto esto se está cumpliendo y hasta que punto tiene una familia respaldo legal para dejar de llevar a su hijo a clase sin incurrir en un delito. Me temo que muchos de estos temas se van a complicar y más de uno acabará en los juzgados.

Yo agradezco no tener que tomar esa decisión ahora. Por el momento, puedo dejar a mi hijo en casa sin problemas, pero hay millones de familias en esta situación y ya hay varias iniciativas colectivas que defienden ese derecho y seguro que va a dar mucho que hablar

Si tuviera la certeza de que lee esta entrevista la ministra Celaá, ¿qué le diría como experto en pediatría?

Pues que ella es la última responsable de garantizar un sistema educativo de calidad, seguro y al alcance de todos los niños. No puede ser que después de soltar lindezas como que los hijos no son de los padres, cuando llega la hora de tomar decisiones de alta responsabilidad se ponga de perfil y traslade el “marrón” a las comunidades autónomas. No es de recibo.

Si ya antes no tenía sentido contar con 17 sistemas diferentes, en las condiciones actuales es absolutamente injusto por las desigualdades que presenta. A lo mejor, debería plantearse que para defender la educación pública, tiene que pensar en invertir una parte de las futuras ayudas europeas en digitalizar el sistema educativo español.

Han tenido seis meses para actuar y poner en marcha iniciativas para cubrir todos los escenarios posibles pero ni hay digitalización global, ni hay más profesores contratados ni nada, igual que con los sanitarios. No olvidemos que este es un problema sanitario. A lo mejor hay que medicalizar los colegios igual o mejor que las residencias.

Los niños, al llegar septiembre, siempre empiezan con mocos, fiebre, virus normales. Pero ahora, ¿prevé una especie de pandemia de miedo colectiva entre padres ante 38 de fiebre?

Y sin fiebre, porque en la incubación no hay síntomas. La pregunta es si hay algún protocolo para la realización de pruebas seriadas a los profesores y a los alumnos. ¿Habrá toma de temperatura a la entrada? Si un padre no puede dejar al niño en el colegio ¿Qué hace? ¿Y si hay niños o padres que se niegan a llevar mascarilla? ¿Se pueden establecer aulas COVID19 positivo? Hay cientos de preguntas y lo peor es que hay cero respuestas por parte de los máximos responsables. Y no te equivoques, todo esto es por dinero. No hay más.

¿Algún consejo o mensaje tranquilizador?

Ahora mismo lo único que nos puede tranquilizar es seguir las medidas de control recomendadas de forma general y extremarlas cuando empiecen las clases para intentar disminuir al máximo el riesgo de contagios. Ser conscientes de que los casos infantiles son generalmente menos frecuentes y más leves pero que son muy difíciles de diferenciar de otro tipo de infecciones. Es fundamental mantener el sentido común y valorar la responsabilidad individual y colectiva.