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Las dos claves para mantener el peso: ¿Cuándo deberíamos cenar y desayunar?

Mantener un peso saludable no solo depende de la calidad y cantidad de los alimentos que consumimos

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Mantener un peso saludable no solo depende de la calidad y cantidad de los alimentos que consumimos. Factores como el estilo de vida, la genética y los hábitos diarios juegan un papel crucial en este proceso. Sin embargo, estudios recientes destacan otro aspecto clave que a menudo se pasa por alto: el momento en que comemos.

La importancia del horario de las comidas

Un estudio reciente, publicado en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity y liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, ha identificado dos hábitos cruciales para mantener un índice de masa corporal (IMC) saludable: cenar temprano y desayunar a una hora temprana. Este hallazgo proviene del análisis “Genomes for Life”, un proyecto centrado en la investigación de factores genéticos y de comportamiento que influyen en la salud.

El estudio sugiere que un ayuno nocturno prolongado puede ser la clave para mantener el peso a largo plazo. Al cenar temprano y desayunar también temprano, alineamos nuestra ingesta calórica con los ritmos circadianos del cuerpo, lo que facilita un mejor procesamiento de las calorías y una mejor regulación del apetito. Esta sincronización con los ciclos naturales del organismo no solo ayuda a gestionar el peso, sino que también podría mejorar otros aspectos de la salud.

Diferencias según el sexo

El estudio también reveló diferencias interesantes entre hombres y mujeres. En general, las mujeres mostraron una mayor adherencia a la dieta mediterránea y tenían un IMC más bajo en comparación con los hombres. Además, las mujeres eran menos propensas a consumir alcohol. Por otro lado, un grupo de hombres que practicaban ayunos prolongados al saltarse el desayuno mostraron un estilo de vida menos saludable, con mayores tasas de tabaquismo, menos actividad física y más probabilidad de desempleo.

Saltarse el desayuno no es la solución

El estudio concluye que saltarse el desayuno no contribuye de manera significativa al control del peso. Aunque el ayuno intermitente sigue siendo objeto de investigación, los resultados hasta ahora no superan a la reducción calórica en términos de pérdida de peso a largo plazo. Por lo tanto, el ayuno intermitente, especialmente si implica omitir el desayuno, no parece ser la solución mágica para la gestión del peso.

La crononutrición: un campo en auge

Este estudio forma parte de una creciente área de investigación llamada crononutrición, que explora no solo qué comemos, sino también cuándo lo hacemos. Según Anna Palomar-Cros, una de las investigadoras del proyecto, los patrones alimentarios inusuales pueden desajustar los relojes biológicos internos, los cuales son responsables de regular procesos fisiológicos cruciales, como el metabolismo.

En resumen, si quieres mantener un peso saludable, presta atención no solo a lo que comes, sino también a cuándo lo haces. Cenar y desayunar a horas tempranas podría ser la clave para lograrlo.