¿Eres la típica persona avinagrada? No tires la toalla, lo tuyo tiene remedio

¿Quién no tiene un amigo amargado, pesimista y agonías? Personas que teniéndolo todo, se comportan con quejas y reproches constantemente. Todo lo ven siempre negativo, solo se fijan en los defectos de los demás y casi siempre están de mal humor.

¿Quién no tiene un amigo amargado, pesimista y agonías? Personas que teniéndolo todo, se comportan con quejas y reproches constantemente. Todo lo ven siempre negativo, solo se fijan en los defectos de los demás y casi siempre están de mal humor.

Para este tipo de personas todo el mundo está lleno de defectos. Todo el mundo y, por supuesto todas las cosas. Son expertos en protestar por todo, en quejarse por todo, en criticarlo absolutamente todo. Si van a la playa hay demasiada gente, hace demasiado calor, la arena no es de su gusto, el agua tampoco, en su pueblo son mejores las playas. Cuando vas al cine la película es mala, ellos siempre son expertos en cine. En un restaurante siempre encontrarán la manera de que salga la crítica por algún sitio. Cuando hablan de las personas que se suponen que quieren siempre resaltan sus defectos pero nunca sus virtudes. El victimismo es su santo y seña, todo el mundo les trata mal y no se dan cuenta de que son ellos los que tratan mal a todo el mundo. Son personas, en el fondo, profundamente enfadadas consigo mismas, que no quieren hacer la mínima autocrítica algo que les vendría muy bien para aprender a gestionar tantas emociones negativas.

El carácter huraño que suelen tener y que se enfadan por todo, hace que poca gente quiera estar realmente a su lado por lo que suelen terminar bastante aislados del mundo.

Las personas avinagradas o malhumoradas necesitan mucho amor y comprensión y, sobre todo, alguien que desdramatice su pesimista visión de la vida, eso sí, que lo haga con mucha ternura y mucho amor. Artiem, la cadena de hoteles que se caracteriza por su idea de gente “fresh people”, nos hace llegar estos consejos para lograr dejar de ser un amargado que protesta por todo.

1. Las personas felices sonríen y son amables. Independientemente de sus problemas personales, trata a las personas con cariño, respeto y humor.

2. Agradecen la suerte. Para ser feliz es fundamental apreciar la vida y lo que tenemos, una buena dosis de humildad y desechar el egocentrismo. Ser feliz y ser egoísta es totalmente incompatible.

3. Contactan con la naturaleza: Está comprobado que un ambiente tranquilo y natural se asocia con la buena salud y estado de ánimo.

4. Son generosas: La FreshPeople procura ayudar a los demás y favorecer a su entorno en la medida de lo posible.

5. Cuidan su cuerpo y protegen su salud. Hacer deporte, caminar a diario, dormir bien, alimentarse con productos sanos, son hábitos fundamentales para la estabilidad anímica.

6. Disfrutan de la conversación de cualquiera. Escuchar mantiene la mente abierta a los demás saberes y puntos de vista sobre el mundo.

7. Desdramatizan con humor. La gente más feliz es la que se ríe a menudo, también de sí mismos.

8. Cultivan el ahora. Para ser FreshPeople es mejor tomarse la vida con calma, consciencia plena y afrontar los desafíos sin alarmismos ni triunfalismos.

9. Son flexibles. Los juicios u opiniones radicales y sin discusión son una trampa para la felicidad. Para ser feliz es mejor estar abierto a posibles cambios.

10. Asertividad. Las personas felices defienden lo que quieren con tanto encanto y consideración como firmeza.

11. Viven sin miedo. Los problemas y dificultades llegarán igualmente. El desafío no es esquivarlos, es saber reaccionar con dignidad y fortaleza.

12. Contemporizan. Las personas felices son benignas, conservan su ingenuidad y no dejan que los sentimientos negativos desplacen a los positivos.

13. Adiós a la pereza. La FreshPeople no se aburre ni es perezosa, es activa, entusiasta, diligente, tiene hobbies, disfruta y aprende.

14. Aman. Las personas felices cultivan una actitud de amor y compasión hacia la vida, hacia los demás y también hacia sí mismos.