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La tecnología en el hogar. Pautas y signos de alarma.

Es importante que se pongan pautas desde que son pequeños ya que son interiorizadas más fácilmente.

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Las tecnologías evolucionan constantemente a lo largo del tiempo, pero en concreto la que se conoce como “revolución digital” y la entrada de las redes sociales ha originado una brecha muy marcada entre padres e hijos.

Las tecnologías evolucionan constantemente a lo largo del tiempo, pero en concreto la que se conoce como “revolución digital” y la entrada de las redes sociales ha originado una brecha muy marcada entre padres e hijos. Dicha brecha seguirá aumentando con el paso de los años, debido a que constantemente está mejorando y evolucionando.

Esta discrepancia hace que entre padres e hijos no se comprendan. Aunque, estas diferencias siempre han existido y seguirán existiendo es importante conocer que estrategias pueden ayudar en el día a día para hacer un mejor uso de ellas.

Es importante, que dichas pautas se pongan desde que son pequeños ya que son interiorizadas más fácilmente. Por el contrario, si se ponen cuando son mayores va a costar más que las lleguen a respetar. Delimitar el uso cuando antes no se ha hecho, siempre va a generar conflicto, aunque eso no significa que no se lleguen a cumplir. Pero hay que tener en cuenta que va a ser más difícil, y que habrá que mantenerse firmes en las normas que se quieren llevar a cabo.

Uno de los aspectos a tener en cuenta respecto al uso de internet es que, al principio y hasta que sean conscientes de los riesgos que puedan existir, se puede poner el ordenador en un lugar visible y accesible para todos. Esto también fomentará que no se puedan conectar por la noche. Además, hay que estar atentos de si usan alguna red social sin la edad permitida. Actualmente, las redes sociales tienen una edad mínima pero no requiere a penas autentificación. Por lo tanto, poniendo la edad de nacimiento permitida, se puede acceder a ellas.

Hay que tener en cuenta la edad de cada hijo, ya que a medida que van creciendo y son más responsables es importante que las reglas sean consensuadas entre todos. Cumplir algo que es impuesto es más difícil, que si es algo creado y consensuado entre todos.

Muchas de estas recomendaciones se pueden aplicar al uso del móvil o tablet, debido a que actualmente, estos dispositivos tienen las mismas funciones que los ordenadores. La principal diferencia radica en su portabilidad y, por tanto, su uso no queda dentro de casa y es más difícil controlarlo. Por ello, es adecuado enseñarles que deben estar apagados en lugares donde su uso no esté permitido, incluso no dejar llevárselos cuando vayan al colegio, instituto o tenga que estudiar. Es importante, que, si se ha pactado que después de realizar las tareas o estudiar pueden coger el dispositivo, dejarles el tiempo que se haya acordado.

Respecto a los videojuegos es importante conocer la clasificación oficial que tiene cada juego (PEGI (Pan European Game Information)) ya que nos indica la edad recomendada y el contenido específico que contiene el juego. Además, las videoconsolas desde hace tiempo poseen control parental, al igual que los ordenadores. Dichos controles ayudan a delimitar o restringir el uso de determinados juegos o aplicaciones como por ejemplo bloquear el acceso de compras por internet debido a que muchos juegos son gratuitos y poseen microtransacciones para conseguir mejoras o ayudas extras.

Por último, señalar que hay consolas que tienen aplicaciones para vincular el dispositivo móvil a las videoconsolas y así tener un control de a qué juegan y cuánto tiempo lo utilizan.

Lo principal a tener en cuenta, es que debe existir una comunicación con ellos. Muchas veces no conocemos las aplicaciones o juegos que utilizan por lo que el hablar con ellos, para saber en que consiste o incluso llegar a jugar hace que conozcamos mejor que hacen en su tiempo libre. Al mismo tiempo, se comparte tiempo con ellos de cosas que saben y conocen. Por lo tanto, les resultará más ameno e interesante.

Es importante informarles de todos los riesgos que existen en el mundo de las tecnologías, y concienciarles de todas las consecuencias negativas que pueden llegar a ocasionar, si no se hace un buen uso de ellas. Pero, ¿cómo saber si hace un buen uso? ¿Cuándo comienza a existir un problema? Los hijos pueden pasar muchas horas con el móvil, ordenador, tablet, videojuegos... y esto puede llegar a generar preocupación. Por eso, es importante conocer que comportamientos en el día a día de los hijos han cambiado e identificar señales de alarma, que indiquen que puede existir un problema.

Cuando su uso es adecuado y no hay ningún problema utilizan las tecnologías para pasar el tiempo, porque les resulta divertido y atractivo. Además, el uso no interfiere en su día a día, es decir, hacen los deberes, quedan con los amigos, van a las actividades extraescolares... En definitiva, hace lo que siempre ha hecho. Por lo tanto, el uso que hace es recreativo y para pasar el rato.

Por el contrario, si empieza a pasar más tiempo conectado que antes y va perdiendo interés por lo que antes le gustaba,queda cada vez menos con los amigos... Empieza a estar más irritable y se enfada cuando se le dice que deje o apague el móvil, tablet, ordenador... Puede que exista un abuso de la tecnología. En estos casos, es importante hablar con el hijo, ya que estos cambios pueden darse por que subyace otro problema o preocupación que no se conoce.

Por último, el problema existe cuando deja de hacer todo lo que antes le gustaba, las horas de sueño disminuyen considerablemente, las horas de estudio son inexistentes y con ello aumenta las asignaturas suspensas. El uso deja de ser de ocio a ser una necesidad y la realiza para aliviar esa ansiedad o malestar. Además, no quiere hacer otra cosa a pesar de todas las consecuencias negativas que está teniendo en su día a día. Es importante tener en cuenta, que el hijo no va a ser consciente de que hay un problema y para él no pasa tanto tiempo conectado o jugando.

Estas son algunas pautas, que pueden ayudar en el largo proceso de ser padres, sobre todo cuando los hijos empiezan a utilizarlas. No hay que olvidar que los niños desde que nacen son esponjas y los padres son su principal fuente de aprendizaje. Por ello, si por ejemplo se ha pactado que cuando la familia se reúna a comer no se utilice ningún dispositivo móvil, que todos los miembros la cumplan, si no pueden sentir que es injusto y no quieran cumplir las normas. Aunque pueden existir excepciones, es importante explicárselas e indicar porque esa persona tiene por ejemplo el móvil en la hora de la comida.

Respecto a las señales de alarma, si se tiene alguna duda o se sospecha que puede estar ocurriendo algo, es importante acudir a un profesional. Hay ocasiones donde puede existir un aumento del tiempo que pasan conectados, pero no hay un problema de abuso de ellas. Si no, que lo utiliza para evadirse de otros problemas o preocupaciones que pueda tener. Hay que tener en cuenta, que en la adolescencia los hijos dejan de contar las cosas que les pasan a los padres, para contárselo a los amigos.

Lucia Victoria Mota Torresano (Itadde Psicología Aplicada)