Embarazo
Una matrona española en Reino Unido
Helena Eyimi dejó su exitosa carrera profesional para hacerse matrona e impartir cursos de formación a sus colegas en Reino Unido.
La historia de Helena es la de una mujer que después de dar a luz por primera vez, se bajó de sus tacones, aparcó una vida profesional como azafata de vuelos internacionales y comenzó a estudiar enfermería con la especialidad de matrona. Ella, como tantas otras personas, quiere cambiar el mundo y su grano de arena lo aporta en el nacimiento de los bebés a los que ayuda a nacer proporcionándoles a las madres un entorno seguro y sin traumas.
Matrona, Londres, atención de partos en casas (también hospitales)...es imposible no evocar las memorias de Jennifer Worth, cuya vida se plasmó en la deliciosa serie de la BBC Call the midwife (Llama a la comadrona, en España en Netflix). Sin embargo nuestra protagonista, Helena Eyimi, no es la matrona de Nonato´s House, Jenny Lee, ni estamos en los años 50 ni en el East London. Sin embargo hay muchas cosas que, como en la serie, convergen en ella. Dulzura en sus palabras, amor profundo a su profesión, veneración por las madres y los bebés y, sobre todo, unas ganas increíbles de cambiar el mundo desde su pequeño mundo.
Helena Eyimi era azafata de vuelo en España. Una mujer profesional de éxito que brincaba de país en país con la libertad que concede no tener hijos y una vida estupenda con un trabajo que te gusta. Pero como a muchas mujeres, la llamada de la maternidad tocó a su puerta y ahí cambió todo. Ella pensó que para mal pero el tiempo le ha demostrado que todo fue para bien. Helena tuvo un parto terrible en el Hospital de Talavera de la Reina donde la matrona que, según ella, la “desantendió”, hizo que aquél día quedase tan grabado en su memoria que su vida daría un giro radical. Tan radical fue que abandonó su profesión de azafata y se puso a estudiar enfermería y después se formó para ser matrona. “El nacimiento de mi hija fue un shock en mi vida. Hace ya 15 años, no podía creer lo que estaba viviendo, me parecía una pesadilla. Falta de respeto, gritos e intimidación entre otros, todos los ingredientes que hoy tienen nombre como Violencia Obstétrica. A partir de ese día me dedique a informar a las mujeres de sus derechos sobre el parto. Ninguna mujer debería ser nunca maltratada, incluido en un momento de extrema vulnerabilidad como es el del nacimiento de un hijo”
Todo ese esfuerzo se ha traducido en una empresa que ella misma dirige cuya finalidad es formar a las matronas para, entre otras cosas, atender partos en casa, algo que en Reino Unido no se ve con las mismas reticencias que en España, entre otras cosas porque en el país vecino los avances obstétricos, así como la atención perinatal van por delante de España, al menos en lo que se refiere a la atención en el hogar una vez que la madre ha dado ya a luz.
Dar a luz en casa, una polémica eterna.
Dar a luz en casa sigue siendo visto por la inmensa mayoría de la sociedad como una irresponsabilidad. La OMS, por su parte, habla de que los riesgos de parir en casa en un embarazo de bajo riesgo, son tan seguros como en un hospital. Helena no rehúye la polémica y responde por qué considera que no es tan peligroso como lo pintan. “Inglaterra ha ido siempre muy por delante de España y aquí se apoya el parto en casa en las mujeres de bajo riesgo”, explica. “Defiendo la libertad de la mujer embarazada para elegir el lugar dónde quiera parir-explica- y cuando se ofrece la información correcta y no sesgada, la mujer asume la responsabilidad de su decisión y sus consecuencias”.
Desde luego es plenamente consciente de que “ningún parto excluye la posibilidad de que ocurra una emergencia imprevista”, por ello, sostiene “las comadronas debemos reducir los riesgos al máximo, en primer lugar con una correcta valoración sobre los mismos como son la salud de la mujer y la del bebé, sus circunstancias personales y su entorno”. Para esta matrona “los profesionales que atienden partos fuera del hospital deben además estar cuidadosamente entrenados para atender estas emergencias, saber qué decisiones y prioridades tomar”. “En España la formación de emergencias en el parto debería ser anual y obligatoria para trabajar como lo es en Inglaterra”-añade.
Elección, se trata de que las mujeres puedan elegir
Un parto en casa no da sensación de control a todas las mujeres. “Lo que da sensación de control es cuando le ofreces opciones a elegir, cuando le das la información completa, cuando le cuentas los riesgos y beneficios, cuando ella elige sobre su cuerpo. Existen casos en los que un parto por cesárea puede hacer sentir a la mujer empoderada, nada es blanco o negro en este asunto”.
La formación que esta española imparte a sus colegas, británicas o de dónde sean, son cursos de formación continuada sobre Emergencias en el Parto Extrahospitalario, cursos actualizados de sutura perineal y biomecánica enfocado al movimiento para promover un parto fácil. Todo su equipo está formado por comadronas muy experimentadas que trabajan en Reino Unido, algunas de las cuales fueron sus profesoras de la universidad. Para Helena estas comadronas son un verdadero modelo a seguir y ella asegura admirarlas profundamente. Han adaptado sus formaciones a las necesidades y a la realidad de las comadronas en España. A la mismo tiempo que les cuentan cómo trabajan en Reino Unido inspirándoles a mejorar.
La comadrona cree que, si bien España tiene una estupenda sanidad, debería mejorar muchísimo en cuestiones de atención al parto. Estas son las claves que, desde su punto de vista deberían ser mejoradas y/o subsanadas.
· Lo primero de todo se necesitan unas políticas que mejoren los derechos e igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos.
· Leyes sanitarias que fomenten la educación actualizada entre los profesionales, para que estos conozcan y apliquen su práctica bajo la evidencia científica.
· Una cultura que denuncien una mala praxis, que no miren para otro lado cuando presencian abuso.
· Se necesita escuchar a la mujer y responder a sus necesidades de la mejor manera posible. Trabajar con ella en la toma de decisiones y fomentar el consentimiento informado.
· Atención individualizada y centrada en la maternidad. Los protocolos rígidos y guías de actuación son simplemente esto; guías para el profesional que puede modificar dependiendo de su juicio clínico para dar unos cuidados personalizados a la mujer.
Helena cree que el cambio en España es imparable y se muestra encantada de contribuir activamente en él.
Mientras, la vida sigue y como en el East London de la preciosa serie de la BBC, Helena atiende partos llenos de emoción porque detrás hay una historia (siempre la hay) que conmueve: “Hace unos días acompañé a una mujer de 46 años en el parto de su primer bebé. La mujer había intentado quedarse embarazada desde hacía 10 años después de varios abortos. Por fin lo había conseguido. Había pasado su embarazo preocupada por abortar de nuevo. Decidió que quería parir por cesárea y así tuvo a su bebé. Nada más nacer el bebé se lo coloqué piel con piel en quirófano y no se lo podía creer. Ella y su pareja estaban muy emocionados, ella no podía parar de llorar y de decir “es real, mi bebé ya está aquí.....” fue un momento de muchísima carga emocional. Todo el equipo en quirófano estábamos abrumados ya que conocíamos su historia”.
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