Far Cry 3: un mundo salvaje

Además de ser y parecer un videojuego, y por raro que pueda sonar, 'Far Cry 3' es un enorme conjunto de alternativas válidas para sobrevivir en situaciones salvajes. En su intención de reflejar la locura y el punto más extremo de la mente humana, el título nos sitúa en el eje de unas vacaciones que no resultan ni tan placenteras, ni tan divertidas como sus protagonistas habían previsto, forzando al jugador a luchar por su supervivencia como cualquiera de nosotros lo haría para salvar su vida y la de sus amigos. Ya de regreso al universo de carne y hueso, esta vorágine violenta en mundo abierto y muchas opciones, es sin duda, una de las mejores producciones en la historia de Ubisoft y llega con la intención de situarse como una opción innovadora y diferente dentro de su propio género. Para ello la editora no ha reparado en utilizar todas las herramientas que tenía a su alcance para zambullirse de lleno y sin coger aire hasta los límites de la cordura humana, mostrando hasta qué punto la crueldad más extrema puede llegar a cincelar una falsa realidad tan creíble como las barreras que cualquiera está dispuesto a romper cuando su vida o la de sus seres queridos se encuentran pendientes de un hilo.

Un mundo salvaje y magnífico

Far Cry 3 demuestra que el género de disparos tiene muchas más aplicaciones prácticas que la recreación de conflictos mundiales y las escaramuzas en las urbes más importantes del planeta. Estamos ante una gran aventura capaz de combinar los mejores ingredientes del género de mundo abierto con una gran dosis de violencia, exotismo y acción en un ambiente repleto de fauna salvaje, flora y bellísimos entornos naturales. Pero antes de comenzar, primero hacemos escala obligatoria en Rook Island, un enorme paraíso natural por el que perderse, -de hecho nos perderemos- un lugar maravilloso que esconde muerte en sus playas, animales salvajes en sus selvas y depredadores en sus aguas. Este es el lugar donde terminaron Jason Brody y sus amigos tras ser capturados por una facción de piratas especializada en el secuestro de turistas. Por suerte para Brody los piratas se enfrentan sobre el terreno a los Rakya, nativos locales que luchan por recuperar su tierra de las manos de los salvajes.

Pero antes de escapar, nuestro protagonista tendrá la oportunidad de conocer las actividades de Vaas Montenegro, un personaje absolutamente desequilibrado, un pirata psicópata con una marcada personalidad al que le gusta vestir sus acciones con retorcidos comentarios que añaden un toque aun más cruel a la producción. Pero no todo está perdido, pues contaremos con ayuda y aliados entre los nativos, como Citra Talugmai, su líder. En estos términos se desarrolla la campaña de Far Cry 3, una experiencia tan grande como su propio entorno, ya que presenta un territorio increíblemente extenso por explorar.

Pero no es sólo el tamaño, ya que las formas de explorar también son muy variadas. Para ello tenemos a nuestra disposición vehículos como automóviles, jeeps, quads, barcos y con algo de suerte también encontraremos elementos como parapentes y tirolinas que permiten ir de un lugar a otro más rápido o escapar de los ataques de los enemigos en secuencias muy cinematográficas. A pesar del tamaño de la isla, el jugador no tiene porque caminar demasiado para encontrarse con los habitantes de tan paradisiaco lugar, plagado de animales como cocodrilos, osos, tigres, perros, dragones de Komodo o tiburones con una cadena alimenticia real, fauna y muchos enemigos. Todo es útil. Las plantas son esenciales en algunas misiones de la campaña y sirven para la fabricación de medicamentos o para crear fórmulas especiales. Los animales cazados se pueden utilizar para crear mochilas, carteras o bolsos, que permiten al jugador transportar más munición, dinero o artículos, dando por descontado que también pueden ser vendidos a los Rakya en sus tiendas de suministros. Este sistema marca el punto de inflexión con respecto a otras producciones al animar al jugador a explorar con algún sentido más que el netamente defensivo. En la misma línea, las plantas ayudan a crear sueros, reponer salud y mejorar habilidades.

Todavía queda mucho por hacer

La cantidad de misiones a realizar y objetivos por cumplir es muy alto, lo que garantiza muchas horas de juego. Esto no significa necesariamente que todo el mapeado esté disponible desde el primer momento. En el transcurso de la aventura nuestro protagonista tendrá que hacerse con el control de 18 torres de radio que además de revelar los secretos de parte de la isla, también permiten un mayor control de los Rakya sobre el territorio. Del mismo modo y como es habitual, la campaña también incluye desafíos alternativos y misiones secundarias como carreras, misiones de vuelo y demás opciones, lo que amplía el rango de duración del conjunto.

Además de una campaña gestada para recibir elogios, la joya de Ubisoft Montreal incluye todo lo necesario para convertirse en un imprescindible. Pero actualmente y por muy completa que sea una campaña, es el modo multijugador quien a la postre define la vida útil de un juego de disparos en primera persona. Y Far Cry 3 está bien servido en este sentido. La recopilación de ideas y conceptos toma forma comenzando por el modo cooperativo. Aquí, el jugador tiene a su disposición cuatro mercenarios muy diferentes en una serie de misiones que tienen lugar meses antes de los acontecimientos que narra la historia principal.

Pero la mayor virtud de los modos competitivos es el diseño de los escenarios, en su mayoría abiertos con muchas opciones que fomentan la cooperación entre jugadores del mismo equipo. Los modos tradicionales van de la mano de armas químicas y un sistema de decodificación que libera actualizaciones para las armas. Pero también hay gritos de guerra, que mejoran la energía y la velocidad de los compañeros y aseguran ventajas especiales en el combate.

Una amenaza real

El trabajo realizado con la captura de movimiento y las expresiones faciales de Far Cry 3 se merecen todos los elogios. Las interpretaciones de los NPCs (personajes no jugables) son creíbles y destilan grandes cantidades de personalidad por la forma en la que reaccionan a las situaciones. La gran estrella de este club es Vaas, el villano psicópata. Cuando el jugador se encuentra por primera vez ante él, percibe inmediatamente la fuerza de un antagonista creíble y realista. El comportamiento megalómano y exagerado de la mayoría de los rivales de los juegos no es suficiente. Vaas es sádico, cruel y extremadamente real. Es fácil verse reflejado en los personajes del juego. En Far Cry 3, el jugador no está al cargo de competentes soldados, controla una personalidad similar a la de cualquiera que se encuentre envuelto en una situación desesperada.

A pesar de escapar de muchos de los problemas gráficos que existen en los juegos de mundo abierto, Far Cry 3 no se ha podido librarse de los errores que siempre empañan los títulos de este tamaño. En la campaña, se pueden encontrar enemigos indestructibles que no se mueren ni con una docena de tiros en la cabeza, o vehículos que no pueden avanzar sin ningún obstáculo que irrumpa en su trayectoria. Aun con todo, la tasa de errores no es capaz de desesperar a ningún tipo de jugador. Por último destacar el enorme trabajo realizado con la localización del juego para nuestro país, con un doblaje de mucha calidad, así como todos los textos de pantalla en perfecto castellano con unos resultados muy por encima de la media.

Conclusiones

Far Cry 3 es la prueba más reciente de que Ubisoft es capaz de seguir creando piezas especiales, maravillas extrapolables a otros sectores del ocio. El título es muy recomendable no solo para los amantes de los videojuegos o los juegos de disparos en primera persona, estamos ante un juego que roza la grandiosidad en cada apartado, y que añade una serie de personajes memorables, un multijugador sólido y una campaña que nadie debería perderse. Posiblemente estemos ante uno de los juegos más completos e importantes de la actual generación de consolas. Que ya es mucho.