"Robert Moreno nos dice que ha hablado con Luis Enrique y que le ha trasmitido sus ganas de volver a entrenar. Nos enteramos por Robert de que Luis Enrique quería volver a entrenar. Y Molina me dice 'presi, tenemos que hablar con Luis Enrique'". Así cuenta Rubiales que se empieza el regreso de Luis Enrique al banquillo de la selección. Un relato que se contradice con la teoría de la pataleta de Moreno al despedirse de la selección.

Si Robert Moreno es el que da el aviso de que Luis Enrique está en condiciones de entrenar, ¿por qué el asturiano no cuenta con él en su cuerpo técnico? Una de las condiciones que ha puesto "Lucho" para su regreso es que el ya ex seleccionador desaparezca del organigrama de la selección.

Dice Rubiales que han informado a Robert de todos los movimientos. Que le informaron de la reunión que se produjo el 31 de octubre en Zaragoza, aunque Molina ponía cara de "¿a mí que me dices?" cuando le preguntaron si Moreno había sido informado de esa reunión.

Algo se ha roto por el camino para que Robert Moreno se marchara el lunes del Metropolitano llorando y sin atender a los medios. Él, que siempre ha sido meticuloso en la atención, siempre dispuesto a dar explicaciones, se marchaba por la puerta de atrás y sin dar la cara. En su última conferencia de prensa, el domingo en la previa del partido ante Rumanía, hizo una defensa de Rubiales y Molina. "Cuando me tienen que decir algo me lo dicen a la cara. Mal iríamos si fuera la prensa nuestro canal de comunicación", decía. Pero fue a través de la prensa como se enteró de que se estaba cociendo su relevo. Y eso explica su "espantada". "Quizá no se esperaba el regreso de Luis Enrique", explica Rubiales. Un regreso, del que según el presidente, estaba informado.

Rubiales no quiso explicar lo que ha sucedido entre los dos técnicos. "Ni lo sé ni me compete. Luis Enrique llegó con su staff y las cuestiones personales entre Luis Enrique y su staff las tendrá que contestar Luis Enrique", dijo. El asturiano elige a sus colaboradores y, entre ellos, no está Robert. «En el mundo del fútbol es una regla de oro que un técnico tiene su staff y no la vamos a romper. Si existe algo entre ellos es algo que ellos tienen que solucionar», dice Rubiales.