Naturaleza
Así es el increíble columpio en el que disfrutar del atardecer mágico de la Ribeira Sacra
Sentarse en el Bambán do Solpor es casi como hacerlo sobre el horizonte, a unos 700 metros de altura
En lo más alto de la Ribeira Sacra, un sencillo columpio de madera se mece al filo del ocaso. Desde su asiento, el viajero contempla cómo el sol se despide pintando de oro y fuego los cañones del Sil. Este mirador singular, nacido de la iniciativa vecinal, se ha convertido en uno de los rincones más mágicos de Galicia para disfrutar de un atardecer inolvidable. Al caer la tarde, la luz dorada baña las rocas graníticas y el Bambán do Solpor se recorta contra el cielo encendido.
Allí el aire huele a monte y a viñedo, y sólo el crujido tenue de las cadenas acompaña el silencio. Sentarse en este columpio es casi como hacerlo sobre el horizonte: a unos 700 metros de altura, la mirada abarca el pueblo de Luíntra y el serpenteo del cañón del río Sil en la distancia.
Frente a nosotros, el sol inicia su despedida entre nubes anaranjadas y violetas. Cada balanceo ofrece una perspectiva distinta del valle y las sombras que se alargan. No es de extrañar que muchos consideren este uno de los miradores más hermosos y especiales de la Ribeira Sacra.
El Bambán do Solpor se encuentra en Moura, una parroquia del municipio de Nogueira de Ramuín (Ourense), en el corazón de la Ribeira Sacra. Este entorno privilegiado combina naturaleza y patrimonio de forma única. El mirador corona una meseta elevada (casi 750 m sobre el nivel del mar) que actúa de divisoria entre los valles del Miño y del Sil.
El paisaje es el típico de la Galicia interior: extensas planicies de monte bajo salpicadas de robles y afloramientos graníticos. De hecho, junto al columpio sobresalen los llamados Penedos da Moura, unas curiosas formaciones de rocas gigantes que emergen de la llanura. Este nombre evoca las leyendas locales de “mouras” encantadas, habituales en lugares donde perduran vestigios de civilizaciones antiguas.
Y es que la cima de Moura no sólo ofrece panorámicas naturales, sino que también guarda testimonios de la prehistoria. A escasos metros del columpio se extiende el parque arqueológico de las Mámoas de As Cabanas, un conjunto de siete túmulos funerarios levantados por los primeros pobladores de Galicia hace 4.500–2.000 años a.C.. Estas mámoas –tumbas megalíticas cubiertas de tierra con forma de mama– pertenecen al Neolítico y servían para enterrar a los miembros del clan bajo grandes losas de piedra.
Pasear entre estas tumbas milenarias, con el último sol iluminando los Penedos da Moura cercanos, añade una dimensión casi mística a la visita. La Ribeira Sacra, cuyo mismo nombre alude a una “ribera sagrada”, siempre ha sido tierra de espiritualidad: desde estas necrópolis prehistóricas hasta los monasterios medievales escondidos en los cañones, como el de Santo Estevo en las proximidades, el paisaje cultural y natural se entrelaza ofreciendo una experiencia completa.
Aunque el Bambán do Solpor es un mirador relativamente nuevo –fue instalado en 2019 por la asociación vecinal Móvete por Nogueira– ya se ha ganado un lugar destacado en la ruta de miradores gallegos. Los propios vecinos idearon y construyeron este columpio con forma de banco para poner en valor el paisaje de Moura. Su éxito, como era previsible, resultó inmediato convirtiéndose pronto en una de las atracciones estrella de la Ribeira Sacra.
Guía práctica para el visitante
Cómo llegar
El Bambán do Solpor se halla en la carretera rural entre Luíntra y Moura, muy cerca del campo de fútbol de Luíntra. La forma más fácil de llegar es en coche, ya que el transporte público por esta zona es limitado. Desde la ciudad de Ourense hay unos 25–30 km (unos 30 minutos de trayecto).
Lo recomendable es tomar la carretera N-120 hacia Monforte hasta el desvío de Luintra (indicaciones a Nogueira de Ramuín). Una vez en Luíntra, sigue la OU-0508 en dirección Parada de Sil; poco antes de las instalaciones deportivas verás un desvío señalizado a la izquierda hacia Moura y Bambán do Solpor. Toma ese camino asfaltado: a unos 700 metros, a mano izquierda, encontrarás un pequeño aparcamiento y, junto a él, el célebre columpio. La accesibilidad es buena, sin necesidad de caminar largos tramos: el columpio está literalmente al lado de la carretera, sobre una explanada rocosa.
Cuándo ir
En cualquier momento. Al estar en pleno monte, el Bambán do Solpor permanece abierto las 24 horas, sin restricciones de acceso. Ahora bien, para vivir la experiencia en todo su esplendor, lo ideal es ir al atardecer. La hora dorada tiñe el cielo y las nubes sobre el cañón del Sil con una paleta mágica de colores –tal como su nombre lo indica, este es el “Columpio del Atardecer”–.
En días despejados de verano, el sol desaparece en el horizonte pasadas las 21.30 horas, así que conviene llegar con antelación para encontrar sitio en el columpio y disfrutar sin prisas. En invierno, los atardeceres llegan antes y pueden ser fríos en la altura; lleva ropa de abrigo y ten en cuenta que el suelo puede estar húmedo o resbaladizo tras la lluvia.
Qué más ver en los alrededores
Aprovecha la visita para conocer los tesoros cercanos. A pocos pasos del columpio están las mencionadas mámoas prehistóricas de As Cabanas, cada una señalizada con panel informativo –un pequeño viaje en el tiempo que complementa la experiencia panorámica.
Junto a ellas verás los impresionantes Penedos da Moura, esas rocas ciclópeas que parecen vigilar el valle desde tiempos inmemoriales. Muy cerca también se encuentran otros miradores naturales: siguiendo un sendero corto se accede al Mirador de Pena Longa o al Mirador da Moura, desde los cuales se obtienen distintas perspectivas del cañón y el paisaje de Nogueira (son rutas sin dificultad, ideales para caminar un poco tras el atardecer). Si dispones de más tiempo, en el municipio hay varias rutas de senderismo señalizadas, y toda la Ribeira Sacra ofrece atractivos: desde paseos en catamarán por el Sil hasta visitas a bodegas de vino Mencía o iglesias románicas escondidas entre la vegetación.