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Así es el paraíso de Galicia en el que veranea Luis Zahera

El actor gallego, doble ganador del Goya, lleva medio siglo visitando un rincón mágico de ría, bateas y playas escondidas

Luis Zahera, en una imagen de archivo, recogiendo el Goya a mejor actor de reparto.
Luis Zahera, en una imagen de archivo, recogiendo el Goya a mejor actor de reparto. Europa Press

Cada verano, mientras miles de turistas se pelean por un pedazo de sol y playa en algún que otro destino muy masificado, Luis Zahera, uno de los actores más reconocidos del cine español, apuesta por un rincón discreto y fascinante de Galicia. El intérprete compostelano, ganador de dos premios Goya por sus papeles en El reino y As bestas, ha convertido la pontevedresa Illa de Arousa en su refugio estival desde que era niño.

"Llevo 50 años veraneando en A Illa de Arousa", confesaba no hace mucho en una entrevista con La Voz de Galicia, en la que reconocía su profunda vinculación emocional con este enclave que, según dice, forma parte de su identidad. A sus 58 años, Zahera reconoce que la isla va más allá de ser un mero de descanso, surgiendo en su biografía como un espacio de inspiración, de raíces y de reencuentros.

De la TVG al estrellato

Nacido en Santiago de Compostela en 1966, José Luis de Castro Zaera, conocido artísticamente como Luis Zahera, ha vivido una carrera ascendente que lo ha llevado de series míticas de la TVG (Mareas vivas, Luar, Land Rober) a convertirse en una figura imprescindible del cine español contemporáneo.

Su salto al gran público llegó con Sin tetas no hay paraíso, pero fue con El reino (2018), de Rodrigo Sorogoyen, donde alcanzó el reconocimiento unánime de crítica y público. Volvería a hacer historia con As bestas (2022), sumando su segundo Goya. Desde entonces, lo hemos visto en producciones de Amenábar, Netflix, Prime Video o Telecinco, consolidando un perfil de actor camaleónico, intenso y profundamente gallego.

Una isla con historia

Puente de acceso a la Illa de Arousa (Pontevedra).
Puente de acceso a la Illa de Arousa (Pontevedra). Turismo de Galicia

El lugar elegido por Zahera cada verano no es fruto del azar. A Illa de Arousa, un municipio insular conectado por un largo puente de dos kilómetros con el resto de Galicia, es un enclave que mezcla historia con leyendas, fábricas de conservas reconvertidas con un entorno natural casi de Disney.

La isla surge ante el visitante como una especie de cuadro impresionista en el corazón de la ría: aguas cristalinas, colinas suaves, acantilados que perfilan la costa y un aire salino que parece quedarse pegado entre los poros. Fue territorio romano, refugio ante invasiones en la Edad Media y centro de la industria de la salazón en el siglo XVIII. Hoy, su fábrica histórica de Conservas Goday es también oficina de turismo y espacio cultural.

Playas, senderos y sabor a mar

La isla ofrece multitud de atractivos naturales: playas como O Bao o Area da Secada, perfectas para quienes buscan calma, y el Parque Natural de O Carreirón, espacio protegido que forma parte de la Red Natura 2000 y acoge aves migratorias y una sorprendente biodiversidad.

Illa de Arousa.
Illa de Arousa. Turismo de Galicia

El senderismo permite recorrer rutas como la Senda dos Pilros o el Paseo de la Costa, con vistas al islote de Areoso o al mirador de O Santo, coronado por la escultura del Corazón e Jesús, desde donde se divisa el horizonte marino que tanto atrae a locales y forasteros.

Marisco, bateas y tradición

La identidad de la isla, como es lógico, se liga con el mar. Sus puertos -Xufre, Ribeira do Chazo o Cabodeiro- conservan la actividad pesquera y la lonja se mantiene como centro neurálgico del comercio de pescado y de marisco. Entre ellos, por supuesto, los célebres mejillones con Denominación de Origen. La presencia de dornas, embarcaciones tradicionales construidas a mano, refuerza esa conexión con el Atlántico.

Conocido por su carácter humilde y su cercanía, quizás por eso Zahera escoge esta isla que, pese a su belleza, rehúye la masificación turística y conserva su esencia marinera y rural. Un lugar que combina historia, naturaleza, cultura y sabor, que enamora a visitantes anónimos, sí, pero también a artistas que, como él, entienden que el lujo verdadero se encuentra siempre en el origen.