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Turismo

Así es el pazo más visitado de Galicia

Este antiguo complejo industrial ha sido reconvertido en espacio cultural y de descanso

Así es el pazo más visitado de Galicia Pazo do Faramello

En la comarca del Sar, entre Padrón y Santiago de Compostela, se encuentra uno de los enclaves arquitectónicos más singulares de la comunidad: el Pazo do Faramello.

Considerado el pazo más visitado de Galicia, este monumento tiene más de tres siglos de historia, y se encuentra rodeado de un entorno natural de belleza excepcional.

Invisible desde el exterior, traspasar sus muros supone adentrarse en un mundo donde la naturaleza se torna protagonista. En su interior se pueden observar estanques, canales, fuentes y pozas naturales.

En origen, el Pazo fue la sede de la Real Fábrica de Papel del Faramello, fundada en 1710 por el noble genovés Bartolomé Piombino Farcinetti. Su papel fue el único de Galicia que ostentó el privilegio de portar la Corona Real, y durante tres décadas, fue el único autorizado a expedir papeles de la monarquía de Felipe V.

La finca, de casi 40 hectáreas, alberga jardines franceses del siglo XIX, una fraga autóctona de gran biodiversidad, antiguos viñedos, árboles frutales, molinos industriales, vestigios del castro celta de la Reina Lupa y una capilla consagrada en 1727.

Esta última, joya del barroco rural gallego y declarada Bien de Interés Cultural junto a uno de sus cruceiros, guarda un retablo del escultor José Gambino, nacido en el Pazo y autor también de obras en la Catedral de Santiago.

El Pazo do Faramello destaca por su relevancia histórica y literaria. En sus caballerizas se escondió un arsenal contra las tropas napoleónicas en las revueltas del 2 de junio de 1808, y su imprenta sirvió para difundir pasquines en gallego en uno de los primeros usos escritos del idioma tras la Edad Media.

Fue residencia estival del rey Alfonso XIII y del infante Luis de Baviera, y ha sido elegido en varias ocasiones por la Xunta de Galicia como escenario para discursos oficiales.

Voces ilustres de la literatura gallega, como Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán o Camilo José Cela, lo consideraron un lugar único. Alejandro Pérez Lugín lo inmortalizó en su novela La casa de la Troya, y su entorno ha servido como plató natural para producciones como Hospital Real o Serramoura.

Imagen de los jardines del pazoIago Pillado

Hoy en día, el Pazo está abierto al público mediante visitas guiadas conducidas por su propietario, Gonzalo Rivero de Aguilar, descendiente directo del linaje. El recorrido incluye estancias decoradas con tapices flamencos, lámparas de Murano y retratos familiares, así como espacios exteriores por los que pasear: jardines, cruceiros, fuentes, puentes de piedra con camelias, una terraza empedrada, y hasta un jardín conmemorativo en recuerdo de las víctimas del accidente de Angrois.

El Pazo ofrece la posibilidad de celebrar eventos y ceremonias, desde bodas civiles en la capilla barroca hasta reuniones de empresa o catas gastronómicas en sus terrazas o jardines.