Galicia y Aragón sellan un acuerdo pionero para ahorrar y ganar eficiencia en la sanidad pública

Un apretón de manos entre los responsables de Sanidad de Galicia y Aragón ha sellado hoy un acuerdo inédito en el panorama sanitario español. El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, y su homólogo aragonés, José Luis Bancalero Flores, firmaron en Zaragoza un protocolo de colaboración que apuesta por sumar esfuerzos a la hora de comprar productos y servicios sanitarios. El objetivo es tan claro como ambicioso: mejorar la eficiencia del gasto público y lograr una sanidad más sostenible y de mayor calidad.

El acuerdo se ha presentado poco antes de que ambos responsables participasen en el 24º Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, que estos días reúne en Zaragoza a cientos de expertos.

Gómez Caamaño estuvo acompañado por el gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas), José Ramón Parada, y por el director xeral de Asistencia Sanitaria, Alfredo Silva. En su intervención, el conselleiro gallego agradeció el “trabajo silencioso pero imprescindible” de los equipos técnicos de ambas comunidades, que llevan meses afinando los detalles de un pacto “novedoso y valiente”.

El protocolo, que tendrá una vigencia inicial de cuatro años, marca el inicio de una cooperación sin precedentes entre dos comunidades autónomas en el ámbito de la compra pública agregada en sanidad. ¿Qué significa esto en la práctica? Que Galicia y Aragón podrán realizar licitaciones conjuntas, compartir herramientas digitales, intercambiar experiencias y organizar jornadas de formación entre sus profesionales.

Además, se crearán comisiones de seguimiento y grupos de trabajo mixtos para identificar oportunidades de colaboración, estudiar qué servicios o productos pueden comprarse de forma conjunta y evaluar los beneficios que se obtienen. Todo ello con un enfoque muy claro: optimizar recursos, evitar duplicidades y garantizar que cada euro invertido en sanidad se traduzca en más calidad para los pacientes.

Eficiencia, innovación y respuesta a la ciudadanía

Gómez Caamaño subrayó que este tipo de acuerdos no son sólo una cuestión de números, sino de visión estratégica: “No se trata únicamente de ahorrar, sino de comprar mejor, compartir conocimiento y ser capaces de ofrecer una sanidad pública más ágil, moderna y adaptada a lo que las personas necesitan”.

El protocolo apuesta por un modelo colaborativo que permita dar respuesta a las crecientes y cambiantes demandas de la ciudadanía, especialmente en un contexto donde los retos sanitarios -tecnológicos, demográficos, económicos- se han vuelto cada vez más complejos. “Tenemos la responsabilidad de innovar también en la gestión. Este acuerdo no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para seguir construyendo una sanidad que cuide mejor y de forma más inteligente”, explicó el conselleiro.

Ejemplo para otras comunidades

Tanto la Xunta como el Gobierno de Aragón ven en este acuerdo un modelo replicable por otras autonomías. De hecho, ambos equipos llevan meses manteniendo reuniones técnicas y políticas en las que han coincidido en la necesidad de romper inercias y buscar fórmulas cooperativas que permitan ganar en escala, negociación y eficiencia.