Prevaricación

Ingresa en prisión el ex pedáneo socialista de Bembrive (Vigo)

Entró el sábado en el penal de A Lama (Pontevedra) después de que la Audiencia de Pontevedra emitiese un auto para su busca al no personarse en los plazos fijados

Ballesteros saluda al alcalde de Vigo, Abel Caballero, en la época en que era pedáneo de la entidad.
Ballesteros saluda al alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, en la época en que era pedáneo de la entidad. Foto: emd.cat

Roberto Ballesteros, ex pedáneo socialista de la entidad local menos de Bembrive, en Vigo, ha ingresado por fin en la cárce de A Lama (Pontevedra) para cumplir la condena de dos años y dos meses de prisión que se le impuso como culpable de un delito de malversación y otro delito de prevaricación, según han confirmado este jueves fuentes judiciales.

A finales del mes pasado, la justicia había requerido a Ballesteros para este ingreso, con el objetivo de que actuase de modo voluntario antes de tener que recurrir a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para proceder a su ingreso.

“No ha lugar a revisar la sentencia que dio origen de la presente Ejecutoria. Firme esta resolución requiérase al condenado Roberto Ballesteros Costas de ingreso inmediato en prisión en el término de dos días, bajo apercibimiento de que de no verificarlo en dicho plazo se darán las órdenes oportunas a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para llevar a cabo lo acordado”, rezaba la ejecutoria de la Audiencia.

El ingreso, finalmente, se produjo este último sábado por la tarde, y llegó después que la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, tuviese que dictar otro auto para su busca al no haberse personado en A Lama en el plazo que tenía para ello.

Los hechos

Ballesteros, pedáneo de Bembrive entre 2011 y 2018 y elegido en dos ocasiones por las listas del PSOE, había sido sentenciado a cumplir esta pena de cárcel de dos años y dos meses, a los que se sumaban siete años de inhabilitación por un delito de falsedad, malversación y prevaricación por haber pagado una obra que nunca se llevó a cabo.

Ballesteros había contratado una obra en la Pedanía que fue ejecutada entre septiembre y octubre de 2014. Posteriormente, se puso de acuerdo con el representante legal de otra constructora y simuló la contratación verbal de una segunda obra que nunca se ejecutó y por la se emitió factura, abonada en 2015, con los mismos conceptos que las obras de 2014.

Sobre Ballesteros pesaban también otras dos condenas: una de siete años de inhabilitación tras haberle retirado las retribuciones a los vocales del PP en la entidad; y otra, de nueve años de inhabilitación, por haberse demostrado que adjudicó varias obras a dedo.