La Consellería de Educación, Ciencia, Universidades y Formación Profesional de la Xunta de Galicia ha publicado este viernes en el Diario Oficial de Galicia las instrucciones que regirán el funcionamiento de los centros docentes sostenidos con fondos públicos durante el curso académico 2025/2026.

Este documento establece directrices para las etapas de segundo ciclo de Educación Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria y Bachillerato en régimen ordinario, y llega con novedades relevantes que han generado ya reacciones encontradas.

En este sentido, una de las disposiciones más destacadas es la que regula las actividades complementarias y colaboraciones externas en los centros educativos. Según recoge el texto, éstas deberán regirse por los principios de neutralidad ideológica, transmitir los valores constitucionales e informar con imparcialidad sobre el pluralismo social.

Además, tendrán que estar programadas con antelación en la Programación General Anual (PGA), salvo contadas excepciones debidamente justificadas y aprobadas por el equipo directivo. En todos los casos, se exigirá la comunicación previa al consejo escolar y a la Inspección educativa.

Desde el Ejecutivo autonómico defienden que esta medida busca garantizar un entorno educativo objetivo, libre de sesgos ideológicos y con un enfoque estrictamente pedagógico.

No obstante, sindicatos de enseñanza, asociaciones de madres y padres, así como diversas formaciones políticas, criticaban en las últimas semanas este apartado, que consideran un intento de “amordazar” la vida escolar y limitar la autonomía de los centros educativos.

Actividades sí, pero bajo control

Las instrucciones precisan que las actividades complementarias deberán tener como finalidad reforzar, facilitar o motivar los aprendizajes curriculares sin interferir con el desarrollo ordinario de las clases ni concentrarse excesivamente en periodos o grupos concretos.

Además, se señala que las colaboraciones con entidades externas, ya sean públicas o privada, serán bienvenidas siempre que se ajusten a los principios éticos, educativos y legales, y estén vinculadas al desarrollo curricular del alumnado. “Las colaboraciones deben ser transparentes, objetivas y orientadas al beneficio educativo del alumnado”, destaca el documento.

Convivencia escolar

Otro de los bloques centrales del texto es el relativo a la promoción de la convivencia y la lucha contra el acoso escolar. Los centros educativos deberán fomentar entornos donde prime el respeto, la diversidad, la tolerancia y el diálogo, sobre la base de valores democráticos. Además, se establece la obligación de informar al alumnado y sus familias sobre sus derechos y deberes al inicio del curso, poniendo el foco especialmente en las nuevas incorporaciones.

La Xunta también promoverá cursos de formación específicos para el profesorado, con el objetivo de mejorar el clima de convivencia y reforzar su autoridad como agentes clave del sistema educativo.

Autoridad docente reforzada

En línea con ese reconocimiento institucional, las instrucciones para el curso 2025/26 refuerzan la consideración del profesorado como autoridad pública, conforme a lo dispuesto en la Ley de Convivencia y Participación de la Comunidad Educativa.

Los hechos que constate el personal docente tendrán presunción de veracidad y, en caso de agresiones, ya sean físicas, verbales o digitales, podrán considerarse atentados contra la autoridad y derivar en responsabilidades penales, administrativas o correctoras, según la naturaleza del caso.

Los centros deberán notificar de inmediato cualquier episodio violento contra un docente a la Inspección educativa y a la Consellería, para que esta pueda activar los protocolos de asesoramiento y apoyo.

Marco común

La resolución publicada este viernes marca la hoja de ruta para todos los centros públicos que imparten enseñanzas desde Infantil hasta Bachillerato. Entre otros muchos aspectos, también aborda cuestiones como el diseño de los horarios lectivos, la organización del profesorado, la atención a la diversidad, la planificación curricular y la evaluación académica.

Además, se refuerza el uso responsable de los recursos tecnológicos, se impulsa el tratamiento transversal del tiempo de lectura y se reconoce el valor de iniciativas como las reuniones telemáticas dentro del marco organizativo del centro.