La cocina feroz de Xanty Elías

«No cocino para alimentar; cocino para emocionar», sentenciaba esa bestia de la cocina y de la vida que fue Santi Santamaría. Los chefs andaluces de hoy en día son cocineros altivos como los aceituneros de antaño, que reivindican, como en el buen toreo, arrimarse al bicho, o, lo que es lo mismo, emocionar.

Tras algunos devaneos, propios de las tentaciones macarrónicas y el calor de la crítica, Acanthum se reinventa con una doble propuesta buscando la verdad. Un restaurante «a la carta» en la planta baja más al estilo «tradicional» con algunos platos clásicos de su trayectoria y otros fundamentados en el producto de la zona y con una elaboración más pura. Así, se pretende gozar de su gastronomía de nivel de una forma mas distendida, donde no haya que estar tan pendiente del ritual habitual de un Michelin y se puede charlar mientras se come.

En la planta superior aparece la niña bonita, el taller de Acanthum, donde Xanty Elías se expone en abierto al cien por cien con un despliegue de técnica y cocina nunca vistas hasta ahora, despiezando cada plato sin tapujos. En un alarde físico sin duda duro de aguantar, ya que se planta frente a ocho comensales durante entre tres y cuatro horas de pie y cocinando sin parar, se presenta el Xanty más comunicador y abierto, una faceta que le va como anillo al dedo a este chef «showman» con una experiencia dinámica y participativa. Presenta una cocina en directo sin excesos ni barroquismo, con productos de Huelva y elaboraciones cuidadas. No pierde la esencia ni la puesta en escena de un restaurante estrellado, pero sí lo hace original.

En la función aparecen el pilpil de cocochas de corvina, el corte de ensaladilla de merluza, sus famosas croquetas con choco, el solomillo de corzo curado, el tartar de jamón de bellota, el taco de huevo y gurumelos, el huevo de choco en su coral, la langosta gratinada, el cochinillo... Quizá el talón de Aquiles sea el capítulo de los vinos, pues a pesar de ofrecernos alguna singularidad onubense y varias rarezas de vinos de añadas antiguas, hay distancia con la volcánica propuesta coquinaria. Un torbellino.

Dónde: C/ San Salvador, 17 (Huelva).

Tel.: 959 24 51 35.

Precio medio: 70 euros.

www.acanthum.com