Carlos Bosch, entre tapas, embutidos y jereces

Pocas semanas antes del confinamiento hablábamos con Carlos Bosch sobre la digitalización en la restauración. Por aquél entonces, Manero ya estaba en el horno y la pandemia retrasó un año tan esperada apertura. Un desarrollo tecnológico que observamos en la carta QR y en una aplicación, que une las reservas con las comandas, cuyo objetivo es saber los gustos de los clientes habituales antes de que entren por la puerta. La finalidad es personalizar el servicio. Dicho esto, Manero, finalista en la categoría «Design & Experience», de los Horeca New Business Models Awards, otorgados en HIP, es un «bar neoclásico para quien busca disfrutar de la gastronomía de las tapas en un ambiente sofisticado con la decoración de los mejores bares de la Europa de principios del S.XX», nos cuenta. En definitiva, es la taberna renovada en la que todo funciona, un bar de media ración, informal, pero sofisticado, con varios rincones y el club Dom Pérignon en el que en la era post Covid nos reuniremos para escuchar música en directo y donde se impartirán catas y «master class».

Ventresca reposada

Hay que decirlo, sus hermanos mayores, El Portal, Manero y El Singular, son espacios de referencia en Alicante del buen comer y beber a los que todos, veraneantes y locales, quieren ir. De ahí que la sucursal madrileña del Grupo Portal, con escasos días de rodaje, cuente ya con llenos diarios y haya recibido la visita de grandes como Alejandro Sanz y también del oficio. Entre ellos, Quique Dacosta, Ramón Freixa y los hermanos Sandoval. Obligado es comenzar por unos embutidos de Pinoso, como la longaniza blanca y la butifarra negra, para continuar con unas quisquillas de Santa Pola y con las croquetas de cocido, que se pueden pedir por unidad, porque aquí la idea es compartir las raciones. La ensaladilla vuela de las mesas, sí, es una de las estrellas, aunque también lo es la ensalada de tomate raf con ventresca Manero (maneroencasa.com), un producto seleccionado junto a José Peña, que permanece dos años en la lata con su aceite para que macere y obtenga un gusto espectacular. El mollete de Antequera de calamares de potera y el lobster roll, con el brioche de John Torres, que también la carta lo anuncia con salmón, pastrami, rabo de toro o vegetariano, presiden la nuestra. Los armonizamos con un Treixadura en velo de Flor, el vino de Galicia con alma del Sur preferido de los sumilleres. Una joya.

Dónde: C/ Claudio Coello, 3. Madrid.

Precio medio: 35 euros.

Plato estrella: el lobster roll.

barmanero.es