Gastronomía

Langosta, un Torralbenc blanco y un paseo

Cuando puede, se escapa a cala binidalí con un bocata de milanesa en la mochila

Luis Loza muestra una langosta recién preparada a la brasa, uno de sus platos emblemáticos
Luis Loza muestra una langosta recién preparada a la brasa, uno de sus platos emblemáticosLa Razón

Menorca es puro «slow life», la isla de la calma perfecta para desconectar después de un año duro en sus playas y calas de aguas turquesas y arena blanca. Reserva de la biosfera y marina, es un destino del que cuando te vas, ya quieres volver. Más, si se ha alojado en Torralbenc (www.torralbenc.com), un agroturismo, situado en el sur, a un paso de unas playas increíbles, cuya carta de vinos ha sido reconocida por la prestigiosa revista «Wine Spectator» con su «Best of Award of Excellence» en los premios Restaurant Awards 2021. Galardones con los que cada año destaca los restaurantes con las mejores bodegas, que albergan selecciones interesantes y adecuadas a la cocina que ofrecen. Es el de Torralbenc el único establecimiento español que se incorpora este año a un selecto listado en el que tan sólo aparecen nueve. Un apunte, durante las noches de verano, acoge un «pop up» de Kabuki, pero nosotros dedicamos estas líneas a la propuesta del mexicano Luis Loza, que «apuesta por los productos locales a los que mima y aplica distintas técnicas, algunas sencillas y otras más contemporáneas, pero sin recargar con muchos elementos el resultado final», nos explica el jefe de cocina, quien llegó a nuestro país con 18 años para formarse en la escuela de hostelería de Sant Pol de Mar. Así, la langosta, las gambas, los pescados autóctonos, los quesos, los embutidos, los tomates, los calabacines y el azafrán, entre otras materias primas, llenan estos días su despensa. Protagonistas de entrantes frescos, la mayoría crudos, aliñados con cítricos o vinagretas ligeramente picantes. Los pescados y la langosta los prepara en la brasa dejándolos reposar para que suelten su proteína y poder hacer un pil pil con un refrito de ajo. El tartar de gambas con pesto de hierbas y caviar, el arroz cremoso de marisco, la chuleta de vaca vieja a la brasa y la torrija con helado de romero son sólo algunas de sus recetas imprescindibles. Todas apetecibles, como el resto de sus platos, que representan una culinaria en la que cada plato «tiene su propio hilo conductor. En unos son los cítricos; en otros, el aceite de oliva, que se elabora aquí, mientras que la mayoría de las recetas calientes obtienen un toque de brasa parcial o total». Al preguntarle por ese plato refrescante que le entusiasma, nos habla del oli aigo, que se puede tomar tanto frío como caliente y está hecho a base de tomate, cebolla y pimiento verde: «El secreto está en cocinar suavemente las verduras, añadir un poco de agua y remover sin dejar que hierva durante una hora aproximadamente. Después, puedes triturarla y servirla o volarla si prefieres. Un buen toque final es añadir higos troceados y unas tostadas», añade Loza.

Tacos y micheladas

Es más de salmorejo que de gazpacho «por su consistencia cremosa», aunque no hay verano sin repetir de crema ligera de aguacate. Tampoco sin michelada, trago que le quita el calor, como buen mexicano que es, y si la armoniza con unos tacos, su debilidad, ya sean de carne asada, pescado o cochinita pibil, mejor. Loza es más de mar que de montaña y nos recomienda conocer Cana Pilar, en Es Migjorn, por su oferta cambiante y original. Las playas de la isla más alejada del archipiélago son alucinantes, pero él se escapa a cala Binidalí con su bocata preferido en la mochila: de milanesa, queso, aguacate, jamón, lechuga y jalapeños, una lata de mejillones en escabeche, patatas, cerveza, indispensable y, si es posible, un cóctel margarita de mango con mezcal. Nos apuntamos.