Sociedad

Dieta saludable

5 recetas para conseguir que los niños coman verduras

Todo el mundo sabe que las verduras son una parte esencial de una dieta saludable; pero para muchas personas, más que una satisfacción, comer vegetales es un auténtico castigo.... quizás porque no saben cocinarlas

Preparar platos y condimentos con vegetales es muy recomendable para dar más opciones a nuestros comensales
Preparar platos y condimentos con vegetales es muy recomendable para dar más opciones a nuestros comensalesLa RazónLa Razón

A estas alturas, a nadie le puede sorprender escuchar que incluir una proporción adecuada de verduras en nuestra dieta, nos aportará enormes beneficios, tanto físicos como emocionales. Pero a muchas personas se les encoje el estómago nada más pensar en comer verduras. Y es algo perfectamente normal... llevamos tanto tiempo obligados a comerlas... que hace tiempo dejaron de ser una opción atractiva. Primero fueron nuestros padres, que no nos permitían abandonar la mesa hasta que no nos las hubiéramos comido todas; luego fueron los continuos consejos de todo tipo de expertos para llevar una vida saludable... que planteaban comer vegetales como si de un fármaco se tratase.

Verduras y vegetales de a huerta
Verduras y vegetales de a huertaLa RazónLa Razón

Y uno de los grandes obstáculos que encontramos a la hora de encontrar algún atractivo en eso de comer verduras, es que no hemos sabido cocinarlas... y no es posible disfrutar de algo que no está bien cocinado. Además, los vegetales son una fuente casi infinita de vitaminas y nutrientes, que se echarán a perder si no los cocinamos adecuadamente.

Por eso, debemos variar un poco nuestras recetas para darle un poco de color a las verduras. No puede ser que cada vez que comamos vegetales nos limitemos a aliñarlas con aceite y vinagre... o que nos demos con un canto en los dientes simplemente echándolas a hervir.

A continuación encontraras 5 formas diferentes, divertidas y deliciosas de cocinarlas:

1. Tempura

Aunque pueda parecer sorprendente, la tempura es una técnica culinaria que tiene su origen en Portugal... y no de Japón, que es lo que se suele pensar. En realidad, fueron los jesuitas lusos que llegaron en el siglo XVI a Nagasaki quienes introdujeron este método de cocina en la dieta nipona. Era una forma de hacer apetitosos la verdura y los pescados durante la cuaresma, cuando no podían comer carne.

Para hacer la fritura de verduras con tempura, en lo primero que debemos fijarnos es en el tamaño de las piezas que vamos a freír: debemos pensar que cada una de las verduras debe poder comerse en un solo bocado. Esto no solo hará que comerlo sea muy sencillo, sino que también permitirá que se cocine de una forma uniforme, sin que ninguna parte de la verdura quede más cruda que otra.

tempura
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Recuerda que debemos escaldar los espárragos, las zanahorias y las judías verdes para que se cocinen un poco antes de meterlas en el aceite. Eso sí, hay que dejarlas escurrir para que pierdan todo el agua antes de rebozarlas. Este problema con el agua puede ser también especialmente molesto en hortalizas como la berenjena o el calabacín, que ya son verduras con un alto contenido de agua. Lo mejor que podemos hacer es dejarlas en sal, para que pierdan todo el exceso. Cuando rebozamos las verduras, lo último que queremos es que la masa se convierta en un “pegote”.

La masa de la fritura es muy sencilla: huevo, harina y agua. El primer paso es batir el huevo junto con el agua. Eso sí, el agua debe estar casi congelada... no es suficiente con que esté fría, debe estar casi helada. Luego añadiremos rápidamente la harina, pero lo haremos pasándola por un tamiz. Durante todo este proceso, no hace falta remover la masa de una forma muy diligente, de hecho, lo mejor que podemos hacer es no esmerarnos demasiado... hasta que tengamos una masa consistente, pero poco uniforme. Una vez que tengamos este “mejunje”, le añadiremos sal o de bicarbonato al gusto.

Algo que marcará la diferencia en este momento, será mantener esta masa fría durante todo el proceso. Para eso, lo mejor es meter el recipiente en otro bol con hielos. Y ahora simplemente, debemos ir metiendo uno a uno todos los trozos de verdura.

2. Smoothie

Estos batidos de verduras se han popularizado mucho en los últimos años... y es algo normal, no solamente son muy saludables, sino que también son muy sencillos y rápidos de preparar. Basta con elegir la combinación de frutas y verduras que queramos, e introducirlas en la batidora con un elemento líquido, como agua, leche vegetal, zumo, agua de coco o hielo picado. Como sabor adicional podemos añadir limón, canela o vainilla. Y si esto no es suficiente, podemos endulzarlo con azúcar de coco, pasas, dátiles, estevia o frutos secos.

Zumo espinacas.
Zumo espinacas.Kölln

3. Parrillada de verduras

Cuando pensamos en una parrillada, la imagen que se nos viene automáticamente a la cabeza es la de una deliciosa barbacoa con todo tipo de carnes, pero la realidad es que las verduras también quedan perfectas cuando se cocinan a la plancha. Además, son una buena opción para comer sano y no ingerir demasiadas calorías. El resultado de la parrillada de verduras depende directamente de la calidad de los vegetales que utilicemos... lo más importante es que sean muy frescos.

Vegetales
VegetalesLa RazónLa Razón

Solo necesitas una buena plancha o parrilla... o en su defecto, una sartén; un poquito de sal gorda y por supuesto, los ingredientes. Normalmente se utiliza calabacín, espárragos, pimientos, tomates y zanahorias. Basta con calentar la parrilla, añadir un chorrito de aceite y extender las verduras. Cuando se doren por un lado, solo hay que darle la vuelta para que se cocinen por igual. Para cocinar el tomate, una buena opción es añadirle un poco de orégano, lo que hará que quede mucho más sabroso.

Para servir nuestra parrillada, las colocaremos en una fuente llana nada más cocinarlas. Si dejamos que se enfríen, el plato perderá gran parte de su atractivo.

3. Ratatuille

El Ratatouille es un plato francés que consiste, esencialmente, en mezclar diferentes tipos de vegetales con aceite, cortados en rodajas y dispuestas en círculos. Luego espolvoreamos especias al gusto y lo horneamos hasta que queden blandas y jugosas. A partir de esta receta tradicional, se han desarrollado muchas variaciones. Por ejemplo, hay quien añade queso a la capa superior, lo que hace que el plato quede realmente sabroso y llamativo, además de poner un “tapón” para que no se escapen los aromas de las especias. También hay quien prefiere añadir salsa de tomate en el fondo, lo que también le dará un punto muy especial.

ratatuille
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Puede servirse como plato principal o como guarnición para alguna carne o pescado, pero la receta es tan sencilla que puede servir de aperitivo. Podemos servirla caliente y recién hecha, pero si la dejamos reposar de un día para otro, los sabores se potenciarán todavía más. Ni siquiera es necesario recalentarla en el horno, es suficiente con servirla fría... sacada directamente de la nevera.

4. Wok de verduras con soja

wok de verduras
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Esta receta se explica por su propio nombre... la verdad es que no tiene mucho misterio. Simplemente debemos cocinar las verduras en un wok con el fuego muy fuerte, moviéndolo de forma enérgica para que se cocinen todas a la vez y para que no se peguen, ya que no utilizaremos aceite. Eso sí, hay que tener en cuenta que no todas las verduras se cocinan a la misma velocidad. Por ejemplo, la zanahoria requiere bastante más tiempo que el calabacín.

Una vez que las verduras se hayan cocinado a nuestro gusto, añadimos un poquito de sal, pimienta negra molida y un chorrito de salsa de soja. La retiramos del fuego y lo servimos con un poco de aceite. Esta receta además de rápida, es deliciosa y muy sana.