La forma correcta de salar el bacalao: este es el secreto que no conocías

Salar el bacalao correctamente es un proceso esencial para garantizar su mejor sabor y textura al cocinarlo. Aunque pueda parecer una tarea sencilla, hay varios detalles que pueden marcar la diferencia. Si alguna vez te has preguntado por qué tu bacalao no queda en su punto perfecto, es posible que estés pasando por alto algunos pasos de elaboración.

La elección del bacalao adecuado

Para obtener un resultado óptimo, es fundamental seleccionar un buen bacalao. La mejor opción es un lomo grueso, de carne blanca y flexible, preferiblemente con la piel intacta. El bacalao de origen español o portugués es altamente recomendado por su calidad y sabor inigualable. Evita piezas demasiado delgadas o con un olor fuerte, ya que esto podría indicar un proceso de conservación inadecuado.

El proceso de desalado

1. Lavado inicial: Enjuaga el bacalao bajo un chorro de agua fría para retirar la capa externa de sal.

2. Remojo en agua fría: Coloca el bacalao en un recipiente grande con abundante agua fría, siempre con la piel hacia arriba. Esto ayuda a que la sal se disuelva de manera uniforme y que la carne absorba la cantidad justa de agua.

3. Cambio de agua: Es necesario cambiar el agua cada 4-6 horas. Dependiendo del grosor de la pieza, el tiempo de desalado puede durar entre 24 y 48 horas.

4. Prueba de salinidad: Pasadas 24 horas, corta un pequeño trozo de bacalao, fríelo ligeramente y pruébalo. Si sigue estando muy salado, continúa con el proceso de desalado durante medio día más, repitiendo la prueba hasta que tenga el punto de sal perfecto.

Secado y conservación

Después del desalado, es indispensable eliminar el exceso de agua para que el bacalao mantenga su firmeza al cocinarse.

• Escurre el bacalao en un colador durante unos minutos.

• Sécalo con papel absorbente hasta que quede lo más seco posible.

• Si no lo vas a cocinar de inmediato, guárdalo en la nevera cubierto con film transparente o consérvalo en el congelador para usarlo más adelante.

El secreto para un bacalao más esponjoso y sabroso

Hay un truco que pocos saben y que puede marcar la diferencia en el resultado final. Antes de dar por terminado el desalado, en la última agua de remojo, añade un vaso de leche fresca y deja reposar el bacalao durante unas 4-5 horas más. Esta técnica, utilizada en la cocina francesa, aporta una textura más suave y esponjosa al pescado, potenciando su sabor sin alterar su esencia.