Ciudades
En Teruel también existen los grandes restaurantes
Yain, con una carta reflejo de su tierra y una carta de vinos excepcional gracias a Raúl Igual
Los turoleneses que inventaron aquel eslogan de “Teruel también existe” quizás lo hicieron desesperados porque el resto de españoles no ponían ganas en conocer la riqueza de su provincia. Y en el caso de la gastronomía, un buen ejemplo de los tesoros ocultos de la capital es el restaurante Yain. Su carta es el reflejo de su tierra, con productos de cercanía de proveedores locales.
Entrantes trabajados -no perderse la Muhammada-, bacalaos de primera, carnes bien elaboradas con un ternasco que no podía faltar y postres golosos a precios ajustados, incluidos sus dos menús degustación, en un local con pocas mesas, lo que facilita la atención al cliente.
Capítulo aparte merece la bodega. Para empezar, Yain es como se conoce al vino en hebreo. Se encuentra ubicada a 7 metros bajo la cota del suelo, con una temperatura constante de 15ºC y humedad relativa del 65%.
El vino es tan importante en Yain porque su propietario y chef principal, Raúl Igual, tras formarse en la Escuela de Hostelería de Teruel y continuar su formación en restaurantes como Zalacaín (Madrid) o La Enoteca Pinchiorri (Florencia), acabó en el equipo de sumilleres del Bulli en 2005. Cinco años después ganó el concurso oficial de Mejor Sumiller de España y en el año 2013 representó a nuestro país en el concurso mundial de Sumilleres celebrado en Tokio. En 2021 fue galardonado por el IWC (International Wine Challenge Merchand Awards) como Mejor Sumiller del año en España.
Titulado “Advanced Sommelier” por The Court of Master Sommeliers en Londres, trabaja y colabora como catador con otras empresas del mundo del vino. Es Académico Correspondiente en la Academia Aragonesa de Gastronomía y actualmente trabaja como profesor técnico de Formación Profesional en el CPIFP Escuela de Hostelería y Turismo de Teruel compaginando la actividad con la del restaurante.
Raúl Igual explicó a LA RAZÓN cómo su paso por Italia le abrió la pasión por el vino. “Los que se hacen ahora allí han evolucionado. Por ejemplo, ahora buscan prosecos con más calidad”, explica. En su local se encuentran referencias muy especiales que él aconseja con pedagogía.
Preguntado por qué no abre local en Madrid o Barcelona señala que no le gusta vivir en grandes ciudades y que su labor de profesor de la Escuela de Hostelería de su ciudad es lo que más le llena personalmente.
El equipo del restaurante lo completan Iñaki Cubas, Julia Campillo, Alberto Miguel y Marina Galve.