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La trinchera de Álex Lequio: “Hasta ganar la batalla”
El hijo de Ana Obregón y Alessandro Lecquio está ingresado en el mismo hospital que Sabina, según su madre, por una gastroenteritis que ella misma le ha contagiado
El jueves Alex Lequio reaparecía en redes sociales después de estar varios días ausente. Subió a su perfil de Instagram una tierna foto en la que aparecía junto a su abuelo Antonio, el padre de Ana Obregón, que cumplía 94 años. Además de esta publicación, Alex se tomó con humor el error que cometió un medio, que publicó que el joven lleva luchando contra el cáncer desde “los primeros días de abril de 1018″. A pesar de estar viviendo duros momentos, decidió volver a sacar su brillante ingenio y sentido del humor, y apuntó que “nos atrincheraremos mil años más hasta ganar la batalla si hace falta”.
Una gastroenteritis, según su madre, y un problema relacionado con el cáncer que padece según otras personas, es lo que ha llevado a Álex Lequio dos veces esta semana al hospital. Ingresaba el lunes por la mañana, a los dos días le daban el alta, pero ayer viernes regresó de nuevo al centro. El estado de salud de Álex preocupa mucho a su entorno, pero el secretismo es total. Parece como si alguien hubiera aconsejado el silencio absoluto. El hijo de Ana Obregón y Alessandro Lecquio fue internado por primera vez el pasado día 17 en el Hospital Ruber Internacional, y su padre se limitó a contar que “no hay nada que decir, mi hijo está bien, tranquilo, y ya está. No tiene nada que ver con una recaída, y a Ana la veo tan maravillosa como siempre. Estamos bien, todos bien. No puedo decir más, muchas gracias”.
Pero hace unos meses, el tertuliano reconocía que “el cáncer necesita un tratamiento largo y penoso, no hay novedades ni evolución hasta que todo termina. Es una enfermedad larga y dura”. En esta ocasión parece ser que le han bajado las defensas y se ha decidido someterle a pruebas médicas. Y la situación se ha agravado con esa gastroenteritis que su progenitora confiesa que “le he contagiado yo”. Ayer por la mañana, llegaba al hospital acompañado de sus padres. Su progenitor lanza un mensaje esperanzador, pero a Obregón la han visto entrando y saliendo del hospital con el rostro demasiado serio y sin querer hacer declaraciones a los periodistas que están apostados en la puerta del centro siguiendo la evolución del paciente más famoso internado en el mismo, Joaquín Sabina.
Esta circunstancia permitió que se enteraran del ingreso de Álex, porque tanto este último como Obregón evitan ser pillados por los fotógrafos cada vez que el enfermo acude al Ruber. Una persona del hospital nos desvela que "la evolución del señor Lecquio tiene altibajos, está siendo más lenta de lo previsto. Estamos ante una persona optimista y luchadora, nunca le hemos visto un mal gesto, es un enfermo disciplinado y que sigue el tratamiento al cien por cien. Desde luego, es un ejemplo de positivismo y fortaleza. Afronta su enfermedad con mucho ánimo y dignidad”.
Es más, uno de los celadores del centro, que prefiere permanecer en el anonimato, nos revela que “es un encanto, simpático y agradable, muy cercano y respetuoso. A su madre la vimos llorar una tarde al final del pasillo, se la ve preocupada por la situación y muy cariñosa con su hijo”. Fue hace dos años cuando nos enteramos de que a Álex le habían diagnosticado un cáncer. Estos últimos veinticuatro meses han sido duros para la familia Lequio Obregón. Ana no se separa de su hijo, es una madre coraje que confiesa que “he descubierto a un hijo que me da una lección de vida cada día. Es un ejemplo para mí y para otros muchos”. Se emociona cuando se refiere a Álex. En una reciente entrevista afirmaba que “ser madre es el mejor papel en la vida de cualquier mujer. Y lo mejor que he hecho es tener a este hijo, que es un luchador, un campeón. He sido madre y padre, estoy orgullosa de ser madre soltera, y Álex me ha dado toda la fuerza”.
Solidario y trabajador
Con estas frases no ha querido desmerecer la labor de Alessandro como padre, pero bien es verdad que ella ha cargado con casi todas las responsabilidades. Aunque la presencia paterna siempre ha estado ahí en mayor o menor medida, la realidad es que su situación económica le permite tener todo el tiempo libre que necesite, mientras que su ex vive de su trabajo en el programa matinal de Ana Rosa Quintana y le resulta más dificultoso dedicarle a su hijo todo el tiempo que desearía. Álex es muy trabajador y la enfermedad no le ha impedido atender sus asuntos profesionales en su empresa Polar Marketing.
Su propia madre contó en una ocasión que “Álex no para de trabajar, hasta ingresado se pasa el día dale que te pego con su ordenador”. Habitual usuario de las redes sociales, su último mensaje en Instagram fue el 4 de este mes, fecha en la que se conmemoraba el Día Mundial contra el Cáncer: “Hoy es un día muy importante para todas las personas que estamos luchando contra este “resfriado” tan puñetero, y quiero aprovechar para mandar un abrazo muy fuerte desde el corazón a todos y todas los luchadores. Mucha fuerza y ánimo”. Sensibilizado por su enfermedad y solidario por naturaleza, Álex colabora con varias asociaciones dedicadas a la lucha contra el cáncer, una labor que comparte con su madre. La labor social de ambos es muy loable.
Rodeado de amor
Se llama Carolina Monje, es catalana, habla cinco idiomas y pertenece al staff más superior de un hotel ibicenco, y es la mayor ilusión sentimental de Álex, su actual novia, y la mujer, junto a su madre, que más le apoya en los momentos más duros. Ana demuestra una gran complicidad con su “nuera”, se entienden a las mil maravillas y dicen en su entorno que les une una estrecha relación.
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