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Carmen Lomana: Al final del día...

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Carmen Lomana: Al final del día...larazon

La vida está llena de momentos inolvidables. En este mes de julio se han dado muchos. Estoy viviendo uno muy dulce y quizá esto me ayude a disfrutar más de todo lo que me ocurre. En realidad, son pequeñas cosas que me parecen regalos. La vida siempre nos está echando un pulso, pero nunca podemos dejar que nos gane. Me preguntarán, seguro, que si estoy enamorada... pues no, pero sí me siento muy querida. Una de las cosas que suele hacer más feliz a las personas es la satisfacción en el trabajo. Me encanta mi trabajo. Los medios son todo lo contrario a la monotonía.

Nunca dejo de agradecer haber tenido esta oportunidad y haber sido lo suficientemente valiente como para lanzarme a esta aventura contra viento y marea, sin conocer el entorno en el que me estaba introduciendo, con toda mi familia en contra de que apareciese en «Mira quién baila». Les parecía lo peor. Que si eso no era de señoras, que qué iba a decir la gente... mi madre me amenazó con no volver a dirigirme la palabra, pero, yo ni caso. Desde entonces, he seguido trabajando con más o menos intensidad. Este mes me llamaron para un nuevo programa de Cuatro, «Todo es mentira», dirigido por Risto Mejide. El primer día me sentí un poco intimidada, pero ahora puedo asegurarles que estoy absolutamente feliz. Otros momentos que suelo disfrutar mucho son el día de mi santo y cumpleaños.

El primero acaba de pasar, rodeada de cariño y felicitaciones. Terminé el día en una estupenda fiesta con amigos en el nuevo «chillout» de Las Rozas Village. Cuando me metí en la cama me sentí afortunada y plena. Otro momento especial fue el fantástico concierto de Paul Anka. No se imaginan cómo un hombre ya muy mayor puede ser tan joven. Terminamos bailando todos canciones eternas, como «Put Your Head on My Shoulder»... Este mes de julio me ha dado cada día alguna alegría que ha compensado la barbaridad de impuestos que he tenido que pagar. De los 12 meses del año, seis trabajo para el Estado, para mantener a esta plaga de políticos que no son capaces ni de llegar a un acuerdo de Gobierno. Dos meses llevan cobrando sin trabajar. Son la auténtica clase privilegiada que ya se han inventado un nuevo eufemismo para estos impuestos al expolio al que nos someten: «Redistribución de la riqueza», que queda como más fino.

Desde luego, una parte enorme se la distribuyen entre ellos. Seguro que si les suspendiesen de empleo y sueldo llegaban rápidamente a un trato. ¿Como lo llamarán? ¿De cohabitación? ¿De coalición? ¿Y que me dicen de lo que esta ocurriendo en Ciudadanos? A este paso, el último que apague la luz... se están marchando los mejores y Rivera como si no fuese con él. Yo para cerrar julio me voy de vacaciones, que las tengo bien merecidas. Esta noche me pintare los morritos rojos y saldré con amigos «vestida para matar»...