Cada vez son más los hombres que recurren a la medicina estética. «Hace unos años, solo el 20 por ciento afirmaba cuidarse, pero hoy eso ha cambiado, llegando a ser un 43, aproximadamente», afirman las doctoras Mira y Cueto que, cada año, ven cómo sus pacientes aumentan buscando, siempre, la naturalidad, algo que Ricky Martin no ha logrado. «Por lo general, cuando un hombre recurre a un retoque quiere que no se note». Esa búsqueda de la naturalidad también es provocada por aquellas celebrities que se han hecho retoques y se han feminizado. Para evitarlo, las expertas siguen una serie de protocolos.

«La frente del hombre debe mantener marcados el reborde orbitario y las líneas temporales. Además, nunca se deberían eliminar todas las arrugas ya que en ellos resultan atractivas. Jamás hay que afinar las cejas ni arquearlas con bótox: deben quedar gruesas y planas. El retoque de la nariz es uno de los más sensibles a la hora de masculinizar o feminizar un rostro. Para que el resultado sea óptimo, hay que tener en cuenta que la del hombre tiene la punta más marcada y las fosas nasales más abiertas. Con respecto a las mejillas, suelen ser más angulosas que las de la mujer, y esto se debe al desarrollo muscular y la grasa, que en el hombre hace que se acentúen dando lugar a rasgos más marcados. En la boca se ha de buscar la proporción con la nariz y el mentón.