El excéntrico cumpleaños ibicenco de Dulceida

La nota discordante del #Dulce30 la ha puesto el marido de María Pombo, que mantuvo una fuerte discusión con Oto Vans

Si usted se ha pasado en las últimas horas por Instagram es probable que haya dado con alguna fotografía o historia de un influencer en Ibiza. Es más, lo más probable es que haya visto varias. Si ha indagado un poco quizás haya visto que no es una mera casualidad que algunos de los personajes españoles con más seguidores en Instagram hayan decidido pasar el último fin de semana de octubre en la isla. El motivo que ha paralizado el enclave balear y lo ha situado en el punto de mira de todos los paparazzis no es otro que un cumpleaños. Y no podía ser de otra. Dulceida y su séquito han conquistado baleares en una celebración que ha sido de todo menos austera. Porque nadie dijo que, aunque no se case, no pueda ser la anfitriona del evento influencer del año.

Las primeras pistas se pudieron ver el viernes en el aeropuerto de El Prat. Allí, las pantallas de facturación de Vueling ya anunciaban lo que se venía encima: Dulceida había contratado un avión para trasladar a sus invitados desde la capital hasta la isla. En la línea de lo que es habitual en ella, el hashtag no podía ser otro que #Dulce30. No faltaron María Pombo y su marido, Pablo Castellano, Marta Riumbau y Michenlo, Marta Lozano, Teresa Andrés Gonzalvo, Ana Fernández o Tamara Gorro.

Una vez en el destino, las habitaciones del hotel donde se hospedaron no defraudaron. Un montón de regalos (previsiblemente de las marcas con las que colabora) y pijamas para que todos fueran a juego. Como no, eran de Disney, la misma temática que Aida Domenech eligió para la fiesta de disfraces de la noche de ayer.

Una pelea entre la celebración

Según publica Socialité, la nota discordante la podrían haber puesto el empresario Pablo Castellano y el influencer y ex concursante de “Supervivientes” Oto Vans. De acuerdo a la información del portal online, y siempre según el testimonio de un testigo presencial, ambos habrían llegado a las manos e incluso habrían podido provocar desperfectos en el hotel.