El príncipe Guillermo, una Nocheviaje de rescate

La pasada noche de Fin de Año, una de las más largas y ociosas para la mayoría de los mortales, resultó ser diferente y especial para el príncipe Guillermo, quien comenzó el año trabajando. Tuvo que dirigir una misión de rescate al mando de la tripulación del helicóptero «Sea King» de las Fuerzas Aéreas Británicas (FAB) en las que él presta servicio. Así, los duques de Cambridge dieron la bienvenida a 2013 por separado aunque, tal y como tenían previsto, cenaron en compañía de la familia de la princesa Kate Middleton, en su casa situada al sur de Gran Bretaña.

El heredero real participó, como ya es habitual, en una de las operaciones de salvamento que llevan a cabo las FAB, ya que sirve en la base aérea de Gales como piloto de un helicóptero.

La víspera de Año Nuevo, el príncipe se encontraba de guardia cuando las autoridades de la ciudad de Blackpool, en la costa occidental de Reino Unido, emitían un comunicado de alarma poco después de la medianoche. Dos hombres que caminaban por el muelle eran arrojados al mar por un fuerte oleaje. Uno de ellos consiguió salvarse y alcanzar la orilla, pero para buscar a su compañero hubo que llamar a los servicios de rescate. El desaparecido era un hombre natural de la zona, de 41 años de edad. El helicóptero «Sea King», con el príncipe Guillermo al frente, tuvo que salir a prestar ayuda a la guardia costera, puesto que sus intentos por encontrar en el mar al hombre que faltaba resultaban escasos.

Sin final feliz

Como capitán de aviación, no es la primera vez que el príncipe Guillermo participa en operaciones de este tipo y a pesar de que suele cumplir los objetivos de las misiones que se marca, en esta ocasión no ha sido posible finalizar satisfactoriamente el rescate.

Por desgracia, y tras una hora de búsqueda, todos los esfuerzos llevados a cabo por las unidades de rescate y salvamento terminaron siendo infructuosos, ya que no lograron encontrar al hombre desaparecido debido, sobretodo, a la escasa visibilidad nocturna de la costa inglesa y la situación meteorológica en la que se hallaban. El fuerte viento que soplaba esa noche impidió a los helicópteros acercarse más al nivel del mar y ocasionó, por tanto, que los rescatadores no pudieran salvar la vida del hombre.

Una vida normal

Hace tan sólo un mes que los medios dieron a conocer que los Duques de Cambridge serán padres primerizos en 2013 y aún así las informaciones en relación a este hecho no han dejado de sucederse. Ahora son ellos los que han comentado que quieren para su hijo «una vida normal». Así, intentarán evitar la presión mediática y aquella derivada de saber que le aguarda una gran responsabilidad: ser heredero al trono real británico. Quieren proporcionar a su pequeño una formación moderna y familiar.