Restringido
Eugenia Martínez de Irujo: «No soy supersticiosa, pero sí de ''porsiacasos''»
Eugenia Martínez de Irujo / Diseñadora de joyas. La duquesa de Montoro presenta «Libertad», su décima colección con Tous: «Ser libre no se puede comprar»
Es su décima colección con los Tous. No se confundan, no es sólo imagen de la casa. Diseña. A conciencia. Primero elabora el dibujo que posteriormente materializa en Manresa, donde está la sede central del grupo joyero español con más proyección internacional. Allí, en esta localidad, Eugenia Martínez de Irujo escoge los materiales, los colores, las piedras... Y así nace «Libertad», una propuesta que huye del control, del orden, de la monotonía. «Esta idea se plasma en unas piedras que van sin grapa alguna ni elementos para fijarlas, sino que se presentan de una manera sutil, con movilidad», asegura.
–¿Por qué «Libertad»?
–Considero que es uno de los valores básicos que debe tener un ser humano. Todos necesitamos tener nuestro propio espacio donde crecer y desarrollarnos.
–¿Vivimos encorsetados?
–Un poco sí, pero ahí está cada uno para romper sus propias barreras y plantearse la vida como quiera. Es lógico que busquemos tener la vida estructurada de alguna manera, porque todos tenemos obligaciones.
–¿Se paga por ser libre?
–La libertad no se puede comprar, aunque, obviamente, alguien que pase por dificultades económicas me puede decir que no se puede ser libre si no se tienen unos mínimos cubiertos.
–Lleva casi 20 años trabajando con los Tous. ¡Eso es fidelidad!
–Siempre digo que es la relación más estable que he tenido, tanto en lo profesional como en lo personal. Son mi segunda familia, nuestra relación está basada en la confianza y me siento muy a gusto con ellos y creo que es recíproco.
–¿Se imaginaba cuando le llamaron por primera vez para participar en un acto de la firma que se sellaría esta alianza?
–Para nada. Es cierto que Rosa madre siempre me dijo que no quería una colaboración puntual sino de futuro, pero llegar hasta donde hemos llegado juntos da mucho orgullo. La proyección que ha alcanzado Tous es impresionante.
–¿Cómo se siente cuando ve una de sus piezas en Nueva York o en Moscú?
–Es muy satisfactorio, pero no por mí, sino por poder constatar dónde han llegado ellos.
–¿Cuál es el secreto de ese éxito? ¿Todo está en el oso?
–Tous es un imperio, fruto de un trabajo excepcional. Son trabajadores natos que han buscado la manera de llegar a todo tipo de persona que le guste la joyería, hacerla asequible a todos los públicos sin perder calidad.
–¿Se hipotecaría Eugenia Martínez de Irujo por una joya?
–¡Cuántas menos hipotecas, mejor! No lo haría. Soy más de piezas sencillas que de joyones pretenciosos; me encanta mezclar las piedras con cuerdas y cueros.
–¿Y supersticiosa?
–No especialmente, aunque si soy de los «porsiacasos»: si hay una escalera en medio de la calle, procuro no pasar por debajo. Eso sí, siempre me gusta llevar alguna piedra en el bolso, porque la he hecho yo o la he regalado.
–Duquesa de Montoro.¿Pesa el título?
–En alguna ocasión, pero a la vez, no nos vamos a engañar, te abre muchas puertas. Tiene sus pros y sus contras. Estoy muy orgullosa de pertenecer la familia Alba, estoy cómoda en mi piel y me siento una privilegiada, mucho más en estos tiempos que estamos vivIendo.
–Insisto en su colección Libertad. Si algo tienen las mujeres de la Casa de Alba es que parece que la ejercen con autoridad.
–Mi madre siempre ha sido una persona que ha hecho lo que ha querido contra viento y marea. Dicen que nos parecemos mucho en el carácter. Yo también intento seguir sus pasos en ese sentido.
–A las puertas de la «Champions». ¿Del Madrid o del Atlético?
–Soy del Barça, aunque reconozco que me aficioné al fútbol gracias al Atlético de Madrid. Por eso, el sábado les apoyaré. Además Enrique Cerezo es un hombre estupendo, que nos ayuda muchísimo con la Fundación Pequeño Deseo.
–Cuando habla de Pequeño Deseo –entidad que busca contribuir a humanizar a los niños que sufren cáncer– le cambia la cara.
–Una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida ha sido estar en Pequeño Deseo. Tiene una parte muy dura y difícil, pero estoy muy contenta porque me hace sentir útil. Hemos vivido también alguna situación complicada por los recortes, pero ya estamos mucho mejor y estamos al cien por cien para cumplir los deseos de los niños.
–¿Esos sueños cumplidos son la mejor terapia?
–De hecho, se está haciendo un estudio que demuestra que cuando los chavales tienen una inyección moral fuerte, afrontan mejor el tratamiento.
–¿Es mucho más que un efecto placebo?
–Totalmente. Son los propios médicos y enfermeros los que nos guían y nos proponen que, ante un trasplante, por ejemplo, le demos un «chute» de ánimo.
–Hace poco confesaba que era insomne.
–Duermo muy poco. Intento acostarme tarde y soy muy madrugadora.
–¿Entonces vive más vida que los demás?
–Podríamos decir que me cunde más y aprovecho mucho el día, pero a mí me encantaría dormir del tirón. Cuando veo a alguien que es capaz de quedarse durmiendo hasta las doce de la mañana, tengo envidia y sólo me sale decir: «¡Qué gusto!». Me encantaría caer baldada en la cama.
–¿Sigue pintando?
–De vez en cuando, voy por rachas.
–¿Expondrá?
–No, pinto para mí en témperas y acrílicos.
–¿Autodidacta?
–Nunca he dado clases. En algún momento me lo planteé, pero luego pensé que la técnica a lo mejor me quitaba espontaneidad y la frescura.
✕
Accede a tu cuenta para comentar