Entrevista
Ana Mena: “Me flipan los carbohidratos”
Doble disco de Platino por su álbum «Solo», podría representar a Italia en el próximo Festival de Eurovisión
Parece increíble, pero sí. Los ricos también lloran. Y los famosos. Y hasta las niñas prodigio. Ella, y no frivolizamos, conste, solo es el tono de la entrevista, sufrió pese a tenerlo todo. Con 12 años, como su paisana Marisol, ya tenía un Premio Nacional por su cante y su baile y su gracia para interpretar. Pero, para alguna compañera del cole, eso, en vez de llenarla de orgullo, la colmaba de envidia y se las hizo pasar canutas. Y como lo que no mata, engorda, esa lección de vida la hizo dura y pertinaz con lo que se traía entre manos: su arte. Y hoy es una estrella internacional, «coach» en «Idol Kids» y quién sabe si representante de Italia en Eurovisión. Con ustedes, Ana Mena.
Doble disco de Platino con «Solo», ¿lo puede decir sin que le tiemblan las canillas ?
Me emociona muchísimo. Me pone muy contenta que haya gustado tanto esta canción.
Cuando una no tiene ni doce años y ya acumula doce premios nacionales, ¿no se le sube a la cabeza?
Era una niña a la que siempre le ha gustado la música. Para mí cantar y subirme al escenario era como salir a jugar. He sido siempre una chica muy normal, con su familia, y eso me ha ayudado a saber que para conseguir las cosas hay que trabajar y sacrificarse.
¿Las compañeras del cole no le tenían un poco de manía?
Cuando estaba cursando los últimos años de colegio y los primeros de instituto, sí que experimenté alguna situación de bullying… Entiendo que no sea fácil de asimilar que tu compañera de clase falte al colegio porque esté trabajando, pero me lo hicieron pasar difícil… fueron años duros, pero al final todo te termina haciendo más fuerte y yo salí reforzada.
La conocimos interpretando a Marisol (otra niña prodigio). Como decía Neruda, ¿«nosotros los de entonces seguimos siendo los mismos» o ha cambiado muchísimo?
No he cambiado nada. Sigo siendo la misma persona. Con los mismos valores. Me considero una persona muy sencilla y familiar. Pero todos evolucionamos. Es fruto de crecer, sin más. Ha cambiado mi música, cambia cada día, mi manera de ver la industria, mi trabajo… Pero es lo natural. Más allá de eso, soy una persona bastante sencilla a la que le gustan las cosas de siempre.
¿Con la imagen de qué compañero de «set» forraba usted sus carpetas del instituto?
No es que forrara muchas carpetas… Pero las que forraba, las forraba con Justin Bieber.
¿Siempre quiso ser una estrella de la música/cine/tv? Cuénteme la estrategia de su éxito.
Desde pequeña quise dedicarme a la música y a la interpretación. Pero era un «hobby», porque yo además me metía mucha caña en el cole y sacaba buenas notas… No sé si pensaba en tener un plan B… Pero, al final, te das cuenta de que esa era mi pasión. ¿Estrategia? Ninguna. Trabajo, trabajo. Y más trabajo.
Cuénteme su experiencia con Omar Montes y Rocco Hunt
Ha sido compañeros con los que he compartido canciones, he vivido muchos momentos, me lo paso súperbien. No le voy a engañar. Son colegas y compartimos las alegrías que nos han dado las canciones que hemos hecho juntos.
En Italia, es toda una celebridad. No sé si se ve usted viviendo allí pese a los carbohidratos…
A mí me flipan los carbohidratos. Por ahí, no tendría ningún problema en vivir en Italia. De hecho, pasaré grandes temporadas allí alternándolas con otras aquí en España. Al final, estamos al lado. ¿Qué más se puede pedir?
Cuando una es actriz, ¿cuesta que la crean o siempre dudan de si está actuando?
Me creen. No puedo estar siempre actuando…
Confiéseme que a veces interpreta para conseguir lo que quiere…´
Lo confieso. No le voy a mentir… Pero soy una persona bastante sincera. Me considero una persona honesta. No recurro demasiado a la interpretación porque la gente que me conoce sabe perfectamente que lo que digo es cierto.
Esa canción que no le pega nada y no paraba de tararear...
Me sé todas las canciones de «Pasión de Gavilanes».
¿Qué me diría usted si yo le digo que el rap y el reggaetón son machistas…?
Depende de quien lo cante y de quién lo escuche. Tampoco hay que tomarse las canciones como un dogma. Son canciones. Y puedes escucharlas porque te guste la melodía o el ritmo…
Ese vicio inconfesable que se prohíbe a sí misma…
Gastronómicamente hablando no me gusta prohibirme nada. El placer numero uno en la vida es disfrutar de comer.
Dicen que si uno quiere dedicarse al porno, hay que empezar por el nombre artístico y que el mejor es el que se consigue uniendo el nombre de su mascota con el de su calle, ¿cuál sería el suyo?
No tengo mascota ni calle fija.
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