Carmen Enríquez

Infanta Leonor: clases de oratoria de la Reina para su debut en Oviedo

La Princesa de Asturias está lista para su debut institucional en Asturias. La hija de los Reyes, que está a punto de cumplir 14 años, prepara estos días junto a doña Letizia y el personal de protocolo su primer discurso.

La Princesa Leonor se ha preparado desde pequeña para su participación en actos institucionales en representación de la Corona. Foto. Gtres
La Princesa Leonor se ha preparado desde pequeña para su participación en actos institucionales en representación de la Corona. Foto. Gtreslarazon

La Princesa de Asturias está lista para su debut institucional en Asturias. La hija de los Reyes, que está a punto de cumplir 14 años, prepara estos días junto a doña Letizia y el personal de protocolo su primer discurso.

La Princesa Leonor vive con emoción, algo de nervios, a pesar de que ella es una jovencita de carácter sereno y templado, y mucha ilusión estos últimos días previos a su gran debut como Heredera al trono. Es consciente, dado que ella tiene un altísimo grado de sentido de la responsabilidad que le han inculcado sus padres a lo largo de sus trece –casi catorce– años de vida, que el acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias la va a poner en el foco de los medios de comunicación de medio mundo.

Es la primera vez que la hija mayor de Felipe y Letizia va a asumir su condición de ser la primera en la línea sucesoria de la Corona de España en una ceremonia de gran calado en la que pronunciará su primer discurso ante un público numeroso que estará pendiente de sus gestos, sus miradas, sus palabras, su tono de voz, su indumentaria o incluso de su peinado. Todos van a examinarla y analizar hasta el más mínimo detalle de una niña que está ahora dando sus primeros pasos hacia la adolescencia, una etapa en la que se incrementarán poco a poco sus obligaciones institucionales.

Afortunadamente, Leonor no estará sola en este día de estreno como Princesa. Al igual que su padre en ese arranque hace 38 años de unos galardones que se conocen en los cinco continentes, tendrá a favor la presencia de los Reyes y, por supuesto, de su querida hermana menor, la Infanta Sofía, junto a la de su abuela, Doña Sofía. Todos ellos apoyando a esa niña rubia y de ojos azules que siempre tuvo aspecto de princesa de cuento, de la que sus compañeros de clase tienen un buen concepto y que se esmera cada día por estar a la altura de su condición de ser miembro de la institución de la Monarquía.

Con acierto y sentido común, la Casa del Rey ha dispuesto que cierre con unas palabras el acto de entrega de los premios pero que su intervención vaya precedida de una alocución del Rey que es de suponer será larga y de importante contenido, como en años anteriores. Lo mismo pasará al día siguiente, cuando ponga fin a la entrega del Premio al Pueblo Ejemplar en la localidad de Asiegu. Habrá que esperar aún unos pocos años más, quizá hasta que la Princesa cumpla 18 y alcance la mayoría de edad, para que sea la que pronuncie el discurso íntegro.

La capital asturiana prepara con ilusión y alegría la llegada de la Familia Real a Oviedo, que se producirá el jueves, a las 5 de la tarde, en la Plaza de Alfonso II el Casto, justo ante la puerta principal de la Catedral. Allí, los Reyes y sus hijas serán recibidos por las autoridades regionales y provinciales. El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, para animar a los ovetenses a que les den una calurosa bienvenida, ha emitido esta misma semana un bando municipal en el que pide a los ciudadanos de la capital asturiana mostrar su «cálida hospitalidad y hondo cariño» hacia los Reyes y sus hijas. También ha invitado a participar en un «acontecimiento histórico, único e inolvidable» como es la visita de la Princesa de Asturias con motivo de los premios que llevan su nombre. Anima también en su bando a los vecinos el edil a hacer honor de las cualidades de las que se sienten orgullosos: «civismo, compromiso social, respeto institucional y sentido de la Historia».

Clases de oratoria

Aunque el Palacio de la Zarzuela guarda un absoluto hermetismo acerca de cómo se está preparando a la Princesa para el gran día de su debut, es lógico pensar que la Reina habrá sido la supervisora de su hija mayor a la hora de enseñarle cómo leer su discurso. Ya dio muestras de soltura el año pasado, cuando leyó un artículo de la Constitución en el Instituto Cervantes al cumplirse los cuarenta años de la aprobación de la Carta Magna. Según fuentes fiables, fue Doña Letizia la encargada de preparar esa intervención que le quedó perfecta. Pero, además, hay que tener en cuenta que la Princesa lleva 9 años dando clases en su colegio –el Santa María de los Rosales– de expresión oral y dramatización, lo que le ha proporcionado seguridad y aplomo a la hora de hablar en público con naturalidad y sin afectación. Y, repito, a pesar del secretismo de la Casa del Rey a la hora de comentar detalles, es de cajón pensar que los integrantes del equipo de Protocolo y quizá también de Comunicación hayan ayudado a la joven con consejos prácticos sobre cómo es el desarrollo del acto del Teatro Campoamor.

Lo único que se ha revelado hasta ahora de cómo está viviendo Leonor estos días es que está «muy contenta, tranquila y con ganas de llegar, como su hermana Sofía». Lo ha dicho la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, a un grupo de informadores en la capital ovetense. Pero también ha sido la propia Reina quien comentó hace unos días, en una conversación informal con periodistas, que su hija está «encantada y muy tranquila» además de explicar que se ha preparado desde pequeña para ese tipo de actos que ha visto siempre en casa.

38 años después

El primer discurso pronunciado en público de su vida por el entonces Príncipe de Asturias estuvo escrito a mano por él mismo y en él expresó, en los cinco párrafos de los constaba su alocución, el gran honor y la satisfacción que suponían para él asumir una labor tan importante en beneficio de su querida Asturias. A la hora de leerlo en el Teatro Campoamor, para cerrar el acto de entrega de los primeros Premios Príncipe de Asturias, en 1981, la voz del heredero de la Corona tenía las inflexiones propias de un chico de 13 años, los mismos que tiene ahora Leonor, cuya timidez hizo que no sonara tan firme como lo es ahora, 38 años más tarde.

El entonces heredero de la Corona confesó, cinco años más tarde a un periodista de «La Nueva España», que «estaba un poco nervioso, fue para mí una prueba de fuego, mi primera actuación hablando frente a un nutrido grupo de españoles, pero creo recordar que, cuando llegó el momento mis nervios no me traicionaron». Aquel primer discurso abrió la puerta a un firme compromiso de Don Felipe con Asturias y con una ceremonia que fue adquiriendo con el tiempo un prestigio enorme por el altísimo nivel de los galardonados. Unos premios que pusieron en el mapa mundial al Principado asturiano, a la Monarquía española y a su Príncipe heredero. Y también se convirtió en el lugar donde el actual Jefe del Estado pronunciaba cada año su discurso más importante y de más calado, en el que el sucesor de Don Juan Carlos expresaba con más libertad e intensidad sus reflexiones, preocupaciones e incluso su pensamiento sobre cuestiones fundamentales de la vida.

Ahora, el día 18, será su primogénita la que tomará el relevo para dar continuidad a una misión que empezó su padre hace casi cuatro décadas y a la que se entregará con la responsabilidad y firmeza que caracterizan a la actual Princesa de Asturias.

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