La nueva hoja de ruta de María Teresa Campos

La periodista no ha renovado con Telecinco porque no hay espacio para un formato en el que pueda encajar, y no por la aparición de Isabel Pantoja.

El pasado 31 de marzo la relación laboral entre María Teresa Campos y Telecinco finalizaba después de varias décadas unida a Mediaset a través de varios programas de la cadena. Su última referencia televisiva fueron varios capítulos que formaban un reality donde la jefa del clan y sus hijas Carmen y Teresa mostraban su vida a través de viajes y experiencias familiares donde el sentido del humor era la pieza clave. Las hijas así lo manejaron y se sintieron más cómodas que la madre. Al menos era lo que se reflejaba en los capítulos dirigidos por el periodista Raul Prieto, gran conocedor de la vertiente más divertida de las hermanas Borrego Campos. Tras esas intervenciones la brillante comunicadora no tuvo más oportunidad profesional en la cadena, pero mantuvo su contrato con Mediaset.

Quizá el punto de no retorno fue su baja como presentadora (que no directora) en ¡Que tiempo tan feliz!, un espacio de fin de semana donde Campos se encontraba cómoda aunque no era el programa de su vida. Cada vez que sucedía un imprevisto informativo volvía a demostrar lo que ha sido su sello de identidad que no era otra cosa que manejar un directo como ya lo hacía en «Día a Día», el espacio matinal de Telecinco. No hay que olvidar que fue la que introdujo las tertulias y entrevistas políticas en un programa de mañana de entretenimiento. A grandes rasgos esta ha sido la hoja de ruta la periodista en los últimos tiempos.

Ahora ha vuelto a ser actualidad por el cese «de la convivencia» con Telecinco y por la referencia que su contrato ha sido para el fichaje de Isabel Pantoja. Muchos titulares relacionados con la información de televisión así lo confirmaban y en realidad poco tiene que ver. Los contactos de la empresa con la cantante vienen de lejos y el contrato de Campos tenía fecha de caducidad. Una de las noticias que han circulado era que si se la ofreció una continuidad pero con otras referencias contractuales que mantenían la exclusividad pero no la parte económica. Y una vez que no se mantienen las mismas condiciones lo que le interesaba era esa libertad para poder colaborar con otras televisiones. Tanto en Canal Sur como en Telemadrid, Campos tiene un buen perfil. Resumiendo Pantoja ha ido por su lado y la periodista por el suyo. Son dos perfiles completamente diferentes.

Gran profesional

A Teresa Campos cuando la ficha Telecinco lo hace para dirigir y poner en marcha un matinal al margen que después participara en acciones de la cadena. Si ahora no la han renovado no es porque aparezca Isabel Pantoja si no porque no hay espacio para un formato en el que pueda encajar como la gran profesional que ha demostrado ser.

Los dos últimos años no han sido fáciles ni en el terreno personal ni en el familiar. Se recuperó del ictus que sufrió en 2017 y a continuación llegó la operación de Terelu que ha sido su gran preocupación. Lo que no va a cambiar será su rutina con la Semana Santa. Nunca ha dejado de acudir a su Málaga, donde está muy vinculada a la cofradía de El Rico. En cambio, en verano, se instala en el precioso ático con vistas al mar que compró en 1981. En Semana Santa prefiere el hotel Luz Palacio para vivir y el Hotel Larios para disfrutar de las procesiones. Una de las imágenes fijas de esos días que se repite todos los años es la de Teresa Campos en uno de los balcones acompañada de sus hijas, nietos y demás familia. Lo único que variaba algunos años eran las parejas que aparecían junto a Terelu o a ella misma. Pero esa foto ya es fija con la aparición de Bigote Arrocet en la vida afectiva de la periodista. A pesar de algunas filtraciones poco acertadas e interesadas por parte de alguna mujer despechada, Bigote sigue siendo el novio de Campos. Ni ha salido de la mansión de Molino de la Hoz por decisión propia, ni la dueña le ha dicho «cuando salgas cierra la puerta». Las amistades que la tratan aseguran que «la relación se mantiene con los altibajos comunes a toda convivencia. Y el caso es que a Teresa que sabe cómo funcionan determinados rumores le siguen desestabilizando los comentarios. Que además le parecen muy machistas. Si fuera al revés que Bigote fuera económicamente potente nadie criticaría su posición. El humorista y cantante es hoy por hoy su compañero que la apoya en unos momentos en que la vida laboral de una de las grandes comunicadoras no está activa públicamente. Como dicen sus amistades es hora de pasar página y hacer lo que le divierta. Tiene aún mucha carrera por delante, entre ellas, aceptar las propuestas literarias que la han ofrecido.