Trauma
Gabriela Guillén relata su infancia: "maltratada, infeliz, abusada y solitaria"
La empresaria ofreció el viernes un dramático testimonio de su pasado, cuya crueldad le llevó a intentar quitarse la vida en tres ocasiones
El plató de "¡De viernes!" se transformó esta semana, una vez, en un diván terapéutico donde su invitada Gabriela Guillén, ofreció uno de los testimonios más desgarradores de cuantos han pasado por este programa. Por primera vez, la empresaria, madre del hijo menor de Bertín Osborne, habló de su infancia en su país, Paraguay.
Su mayor infierno lo vivió a lo ocho años, cuando empezó a sufrir abusos sexuales por parte de su tío, el hermano del nuevo marido de su madre. "Me decía que era un juego y que no contara nada. Tenía miedo de seguir jugando a ese juego y que mi madre me castigara. Yo vivía con él, vivía con la persona que abusaba de mí. Era terrible", explicó entre sollozos. "Es muy duro estar sola y no poder contar, no poder gritar al mundo porque quizás no te entienden".
Gabriela, de 36 años, compartió episodios muy estremecedores que explicaban por qué, en lugar de ser una niña feliz, su infancia se fue haciendo añicos. "La niñez en sí no la conozco. Fui una niña maltratada, infeliz, abusada y solitaria. Yo tenía 8 años y me decían que estaba haciendo un juego. Me decían que no se lo contase a mi madre". Su madre tenía 19 años cuando ella nación y no contó con el apoyo de su progenitor, lo que agravó su sentimiento de soledad y de miedo. "Era horrible. Yo vivía con la persona que abusaba de mí", siguió explicando. "Es muy duro estar sola... los sueños que tenía eran sangrientos, peleas y mucha violencia". Lo que lamenta es que "una persona que ha hecho tantísimo daño esté libre".
También en el colegio sufrió acoso por parte de sus compañeros. Tal era su desesperación que cayó en una profunda depresión que le llevó a querer quitarse la vida hasta en tres ocasiones. Recordó cómo un día, a la vuelta del colegio, se encerró en el baño con un cuchillo de cocina. "Mi hermana pequeña tuvo que entrar por la ventana para salvarme. Eso fue lo más doloroso". Al rememorar su infancia, entiende las veces que no quiso vivir y atentó contra su vida. No encontró otra forma de calmar su dolor. Aún le queden marcas e instó a los colaboradores del programa a comprobarlas para disipar cualquier duda que pudiese despertar su entrevista. Este terrible episodio, tal y como confesó Gabriela, marcó sus primeras relaciones sentimentales. Sentía "rechazo, asco y repulsión".
✕
Accede a tu cuenta para comentar