David Fernández, la estética de lo feo

Si hace unas semanas hablaba del manido estilo perroflauta del secretario general del Sindicato de Estudiantes, Tohil Delgado, y pensaba que estábamos por fin tocando fondo en cuanto a la falta de estilo en la vestimenta de los políticos, esta semana puedo asegurar que vamos de mal en peor con el diputado de la CUP, David Fernández. Su estilo no es que esté cargado de prejuicios, sino que es tan deficitario que cuesta mucho asimilar que no sea el resultado de una de esas campañas actuales de publicidad que juegan precipitadamente con la estética de lo feo para la consecución de un único objetivo: alcanzar de manera simple y directa los propósitos que persigue siempre cualquier estrategia de publicidad como son la sorpresa y el recuerdo.

Estoy casi segura de que esta premeditada estética del mal gusto, de chandal desgastado a lo largo de decenas de lavados, es el resultado de alguna laboriosa artimaña promocional. De lo contrario, no me lo explico. Hoy en día las grandes superficies de producto barato se han vuelto exigentes en cuanto a la imagen; es incomprensible cómo alguien puede encontrar un lugar en el que poder comprar ropa tan fea. Insisto una vez más: tener conciencia de clase y vestir de manera elegante no son cuestiones que estén reñidas en ninguno de sus aspectos. Quizá confíen en que ésta es una vía sencilla para mantener la credibilidad en el compromiso social.

Un año y cuatro días después; Marta Boira

David Fernández es diputado desde hace exactamente un año y cuatro días. Digo esto porque viene muy al caso. Justo entonces comenzó el declive de la imagen del político catalán, como dirían los ingleses, «it got a little out of hand» (se les fue un poco de las manos): con la misma rapidez con la que está perdiendo el pelo, está ganando peso, lo que se traduce en una imagen más envejecida. ¿Puede ser la causa una vida más estresante? Podría ser. Casi no me hace falta preguntar a ningún especialista por los tratamientos adecuados, ya que el doctor Martín, de Clínica Menorca, lo ha recomendado otras veces: la única solución eficaz para la pérdida de pelo es la cirugía capilar con la técnica «fuss» para que no se le vuelva a caer y el resultado sea natural. Para bajar de peso, le vendrían bien un plan dietético y la actividad física para bajar volumen en las zonas más rebeldes, en su caso, el abdomen. Esas bolsas bajo los ojos son signo de cansancio, pero tienen solución con unos pinchacitos de ácido hialurónico, y las arrugas de expresión de la frente desaparecen con toxina botulínica.

Timidez vencida con los años; por Valvanuz Sánchez de Amoraga

David Fernández disfruta de la cercanía con su electorado. Tiende a tocar con el brazo izquierdo, casi en el hombro, cuando da la mano, lo que nos habla de confianza. En sus intervenciones mueve mucho las cejas buscando al otro, e inclina su cuerpo hacia su interlocutor, esto refleja que le agrada involucrarse con las personas, posee un carácter social que le beneficia en su imagen como diputado.

Utiliza mucho la sonrisa, la mayoría de veces de forma positiva, pero en ocasiones la usa irónicamente, algo que perjudica su comunicación. Tiende a apoyar todo su antebrazo en la mesa cuando le entrevistan y a sujetarse los brazos entre sí, gestos que le proporcionan seguridad y le ayudan a dominarse en sus verbalizaciones. Cuando se siente nervioso tiende al autocontacto, se acaricia la cara o los antebrazos y también suele tensionar los labios y la mandíbula, lo que nos indica una timidez vencida con los años. En las entrevistas se muestra defensivo: cierra su cuerpo y tiende a mirar de reojo. Además, responde de forma más lógica y racional que emocional, midiendo mucho su mensaje e intentando argumentarlo en todo momento. Su paso es firme, su zancada amplia y con fuerza, lo que nos habla de una fuerte personalidad, de energía e ímpetu; posee una gran capacidad de lucha.