Nueva York
El regreso musical de Willy Bárcenas
El último vídeo que figuraba en su perfil de YouTube lo colgó en enero de este año. Su último comentario lo escribió hace tres meses y, en él, se defendía de los insultos que le prodigaban algunos usuarios del portal. Para muchos espectadores su cara es ya familiar: además de colaborar en una conocida tertulia deportiva de televisión, puso voz y rostro al himno de la Eurocopa 2012 de la cadena. Sin embargo, no fue hasta el pasado marzo cuando acaparó portadas en numerosos medios informativos: su padre –y los controvertidos papeles que se le atribuyen– le ha puesto bajo el foco mediático. Y es que, al igual que hay apellidos que pueden sepultar a quienes no saben llevarlo, también hay sobrenombres que logran hundir hasta la mejor de las reputaciones. Guillermo –al que le gusta prodigarse como Willy en su faceta más artística– es el hijo de Luis Bárcenas, el polémico ex tesorero del PP tocado por la trama Gürtel. El joven saltó a la palestra cuando, en medio de la tormenta mediática, se hicieron públicos –a través de sus cuentas en las redes sociales– vídeos y detalles de los exóticos viajes que realizaba junto a su padre, como su ya famosa escapada a Armenia para esquiar. Después de que su nombre y su apellido fuesen ya de dominio público, los insultos y comentarios vejatorios no tardaron en invadir los perfiles en los que Guillermo Bárcenas, de 24 años, subía vídeos con sus canciones. Ahora que acaba de regresar de Nueva York tras varios meses de silencio, la voz de Willy vuelve a sonar con fuerza en «El fin», su nueva y rupturista canción, en la que parece anunciar toda una declaración de intenciones.
Mensaje esperanzador
Y es que casi todos los temas de Guillermo y su grupo –Los Jardineros– no suelen ser aptos para quienes no sean acreditados fanáticos del fútbol. Sin embargo, en «El fin», Willy –en un vídeo grabado a cámara fija que mantiene el plano sobre una botella de ron– se pone más sentimental –sin perder ese toque guasón que tienen sus canciones– y habla del final de una etapa, de una «pecera por partir», de «cincuenta peces en el vaso» y de un piano que se cierra. Una canción en aparencia melancólica que esconde, no obstante, un mensaje esperanzador: además de asegurar que «en la querencia soy feliz», el estribillo invita a pensar en todo lo que queda por venir y en «cerrar bares» de la capital en noches de diversión y amigos.
La canción, firmada por él como Willy Macpolvings, encierra un gran simbolismo en estos días en los que sus padres parecen cada vez más hundidos en el fango judicial. «Él se dedica a la música como un hobby, nunca ha pretendido ganarse la vida con eso», asegura un ex compañero de su clase en el colegio jesuita Nuestra Señora del Recuerdo. El propio Willy lo reconoce en la respuesta que le dio a uno de los internautas más críticos: «Me entristece defraudarte si esperabas que fuese el nuevo Bob Dylan», asegura antes de admitir que «sé tocar exactamente 8 acordes». Eso sí, parece haberles sacado rendimiento. En el colegio donde estudió fue muy popular el concierto que dio junto a Los Jardineros en una gala solidaria que se organiza anualmente. «Tocaban varios grupos, pero la verdad es que fueron ellos los que levantaron la fiesta. Su canción ''Los duendes que nos roban los mecheros'' fue muy comentada», asegura, sonriendo al recordarlo, una de las organizadoras del evento. Una situación que coincide con la descripción que hacen de él en su entorno escolar: «Tiene un carácter muy extrovertido, nunca se ha creído más que nadie. Es un chico normal y cercano, además de muy amigo de sus amigos. Conserva un grupo de íntimos desde el colegio».
Algunos de quienes le conocieron entonces consideran que los insultos que ha recibido en las redes por ser hijo de quien es no le afectaron demasiado. «Él ha sido siempre muy alegre y esas cosas le dan igual. Se ha llegado a decir que huyó a Nueva York por toda la polémica, pero en realidad él ya tenía pensado irse a hacer allí un curso de cine. A pesar de que estudió Administración y Dirección de empresas, lo que le gustaría es convertirse en realizador», comenta uno de sus ex compañeros de clase. Según las citadas fuentes, su estancia en la Gran Manzana no fue un exilio voluntario, entre otros motivos porque, a pesar de lo que digan los jueces, el joven defiende «la inocencia de su padre», aun a sabiendas de que le puede costar caro. «No es justo que pague por los pecados de sus progenitores. Por ser hijo de quien es tendrá vetados puestos de trabajo porque no se fiarán de él», lamentan.
Letras variadas
SU HIMNO DE LA EUROCOPA 2012
«Con Camacho en Corea nos faltaba Pereda, Butragueño y Busquets. Lelerele, como Iniesta en 2010, Casillas contra Robben. Jardineros ya cantando, Capdevila comentando, yo te digo ''Juanin'' Mata corre a por ese balón. Y mientras nos queden piernas seguiremos con las gestas intentando ver a Torres levantando
a la afición».
«EL FIN», SU NUEVA CANCIÓN
«Hoy ha llegado el fin con la botella en la mano. Queda una pecera por partir y cincuenta peces en mi vaso. Hoy el piano ya cerró y la bala roja se ha estampado.Pero en la querencia soy feliz, cuando aún me ponen a Los Panchos. Y aún hay jodas por vivir (...) Aún cerraremos en Madrid las puertas de los bares».
HUMOR: «EL MONOLITO DE GOROSITO»
«Un hat-trick en Anoeta, un tránsfuga en El Molinón, Vallecas vibra con el Éibar goleando en el Camp Nou. (...) Y ese Levante, tan elegante, les está fallando el gol. Y han fichado a un delantero, se llama Freddy Rincón. Lorenzo Sanz y Prosinecki, han renovado una vez más y Gorosito y
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