O juntos en «Cantora» o solos en «¡Hola!»

Hoy toca hilar muy fino con el tema, no vaya a ser que por informar nos caiga una demanda vestida de bata de cola y estampada de lunares... Por fin lo que era un secreto a voces ha pasado a ser palabra de Pantoja. La consigna en los platós de televisión ha sido: «Cautela, es una menor y nos jugamos mucho». Según me cuentan amigos de Medina Sidonia, la Pantoja, de gira en México, sacó a la niña del «cole» para meterla en «Cantora». En este tiempo, apareció el novio gaditano y coincidió con Kiko, que guardaba, por órdenes de su madre, las espaldas de la pequeña de la casa. El encuentro entre «cuñados» acabó presuntamente en una discusión muy acalorada en la que se temió que llegaran a las manos. Pantoja se enteró de esto estando en México. Pero el caso es que, ahora, confirmada la noticia, quedaban atrás esos tiempos en los que ninguno ponía en su boca los nombres de Isabel Pantoja y su hija Chabelita. Sólo se podía hablar de una buena nueva que iba a marcar un antes y un después en el clan Pantoja. Y tanto. Ayer desayunamos con el comunicado que Isabel Pantoja «regalaba» a los medios, que le pagan las facturas, las multas, los abogados y llenan parte de su despensa. Lo hacen desde que tengo uso de razón: con la muerte de su marido, con la primera comunión con su hijo, la paternidad de Dj-Kiko... Hay dos maneras de vivir de la prensa: o cobras directamente a través de un reportaje posado con entrevista o te sientas en un plató y lo cuentas. Si eso no funciona por falta de buenas relaciones con los medios, puedes permanecer callado y luego denunciar todo tipo de presuntos ataques a la intimidad. Si no te pagan una indemnización millonaria, puedes negociar la retirada de las demandas a cambio de una serie, un especial o varios platós. Aprendida la lección, Isabel Pantoja anuncia en el comunicado que va a tomar medidas legales y deja para el final el anuncio de Chabelita. La cosa se complica para la matriarca gitana: su hija y Alberto, el padre de la criatura que viene de camino, quieren criar juntos al bebé. Si las puertas de Cantora no se abren sin trabas para Alberto, los jóvenes podrían decidir volar. Y si Isabel no se encarga de la crianza y los gastos de la nueva familia, «¡Hola!» podría ser la primera opción para poder independizarse de Cantora y de la cantante. Entre revistas y televisiones se habla de más de 600.000 euros de bolsa. Eso sí es llegar con un pan debajo del brazo...