Reino Unido

Los detalles de la muerte de Jacintha, al descubierto

Los medios británicos aseguran que la enfermera fue encontrada con una cuerda al cuello y una carta

Lisha, la hija de Jacintha Saldanha, junto a una fotografía de su madre
Lisha, la hija de Jacintha Saldanha, junto a una fotografía de su madrelarazon

La enfermera que fue víctima de la broma de la radio australiana se quitó la vida ahorcándose después de dejar una nota a su familia. Los británicos aún siguen conmocionados por la muerte de Jacintha Saldanha. Los detalles de la autopsia se publicarán hoy jueves, el mismo día que arranca la investigación del suceso. Aunque a lo largo de esta semana han ido saliendo a la luz todas las piezas del trágico puzle. La última se conoció ayer, cuando los periódicos revelaron que la enfermera, de origen indio, quiso explicar a su marido y sus dos hijos, de 17 y 14 años, los motivos que la llevaban a abandonar un mundo en el que ya no podía estar debido a la gran presión que sentía, no se sabe si impuesta por el hospital o autoimpuesta por ella misma.

Sin conocerse depresiones anteriores, se puso una soga al cuello tras saber que había caído en la trampa de unos locutores que, sin malicia alguna, tan sólo querían despertar a sus oyentes con una sonrisa haciéndose pasar por Isabel II y el príncipe Carlos. Saldanha, que se encontraba en recepción, transfirió la llamada, ya que fue otra compañera quien reveló cómo se encontraba la paciente. Pero algo pasó por su cabeza las 72 horas siguientes para llegar a cometer el suicidio.

Su cuerpo fue encontrado el viernes a primera hora de la mañana en el apartamento que el hospital Rey Eduardo VII pone a disposición de su personal para que puedan vivir cerca del centro durante la semana. Los familiares, que no sabían que había sido ella la víctima de la broma, la esperaban por la noche, como cada viernes, pero nunca llegó.La nota que les dejó podría ser clave para saber por qué decidió hacer lo que hizo. El hospital llevará a cabo sus investigaciones internas independientemente a la de la Policía, pero tanto el marido como sus hijos reclaman saber todos los datos. El primer ministro David Cameron les dio ayer la razón y afirmó que tienen derecho a saber qué ocurrió.