Casas reales
Los Middleton hacen caja con el embarazo real
Party Pieces, el negocio de los padres de Kate Middleton, vende artículos sobre el futuro «principito»
Lo han vuelto a hacer. Los Middleton son, de nuevo, el centro de todas las miradas. En esta ocasión, el culpable de la polémica ha sido un regalo para su futuro nieto. Como todos los abuelos primerizos, los padres de Catalina están ansiosos por conocer al bebé de los duques de Cambridge. Pero una cosa es preparar la canastilla en la intimidad, y otra anunciar castillos para pequeños príncipes y princesas en la página web del prolífero negocio familiar, el mismo que pagó las carísimas matrículas de los colegios y universidades donde sus hijos se codeaban con herederos de diversas coronas y las grandes fortunas.
Tan sólo unas semanas después de que Buckingham Palace anunciara el embarazo real, los suegros del príncipe Guillermo han sacado al mercado una serie de productos destinados a bebés y madres primerizas a través de la web Party Pieces, el negocio on-line que los ha hecho ricos.
El debate no se ha hecho esperar. Por una parte, están los que los defienden y aseguran que no hacen mal a nadie y que tienen que seguir con su vida normal. Por otra, hay quien no duda en señalar que se lucran con cualquier noticia que acontece en Palacio.
Para colmo, los paquetes que llevan por título «Un nuevo principito» o «La pequeña princesa» aparecen como los lotes «más adecuados» para bautizos, primeros cumpleaños o incluso las famosas «baby showers», es decir, las fiestas al estilo americano en las que la futura mamá reúne a sus amigas para recibir regalos y consejos de crianza. Cada pack incluye platos de papel, vasos, servilletas y cubiertos de plásticos decorados con una corona de color rosa o azul. El mensaje con el que se anuncian no tiene desperdicio: «Es una gran ocasión para celebrar la llegada del recién nacido. También es tradición que las otras madres compartan su sabiduría con las primerizas».
Una extensa fortuna
Ésta no es ni mucho menos la primera vez que se los ataca por los productos que sacan a la venta a través de su web. Pasó lo mismo el año pasado, cuando anunciaron todo tipo de artículos para celebrar los 60 años de la reina en el trono. Eso sí, en ningún momento nombraron la palabra «real» –ni «soberana», ni nada que se le parezca–, conscientes de que cualquier maniobra podría ser malinterpretada.
Eso sí, ellos no pierden ocasión. Así, cuando su hija contrajo matrimonio con el heredero ofrecieron coronas y banderitas para celebrar el gran día. Aunque también es cierto que la inmensa mayoría de los negocios del sector aprovecharon también el fervor por el enlace real. Entonces, los Middleton fueron duramente criticados. Sobre todo Carole, la artífice del negocio familiar y la responsable, según las malas lenguas, de que su hija fuera a la misma universidad que el príncipe Guillermo... por lo que pudiera pasar... «Al fin y al cabo nosotros somos un negocio, no una ONG», llegó a decir un día la madre de Catalina defendiéndose así de las críticas, según «The Daily Mail».
Party Pieces empezó en la cocina de su casa, donde Carole hacía las bolsitas de fiesta que le encargaban las vecinas. Pero poco a poco fue creciendo hasta convertirse en un prolífero negocio. Se estima que la fortuna de los Middleton ronda los 30 millones de libras. Quedó un poco resentida tras la boda real de su hija, ya que aportaron 97.000 libras para el vestido y la luna de miel de los novios, pero la inversión no les pudo salir mejor. Según los rotativos británicos, debido a sus buenos contactos, podrían ampliar muy pronto el negocio familiar que el año pasado cumplió 25 años a Estados Unidos, donde hay aún más fanáticos si cabe con la familia real y, en especial, con el hijo mayor de Lady Di.
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