Opinión
La crónica de Amilibia: Ay, las entrepiernas irritadas de los indepes
Ahora que la variante Ómicron siembra el pánico, el personal vuelve a la pregunta: ¿dónde está la inmunidad de rebaño prometida? Somos más rebaño que nunca, sí, pero no inmunes. Menos mal que en Cataluña cuentan con buenos pastores. La independentista Plataforma por la Lengua señala a 600 enfermeros andaluces que trabajan allí porque dudan de que puedan ofrecer un buen servicio sanitario sin hablar catalán. Los enfermeros confiesan: «No venimos a invadir Cataluña, venimos a sostener su sanidad». Pero los pastores del rebaño «indepe» no se fían. Los ven como extraños o ajenos a su pureza lanar: ¿cómo nos van a esquilar bien si no balan como nosotros? Tienen otro problema: la huida de jueces de Cataluña es preocupante. Para evitar la fuga constante de magistrados, el TSJC aconseja conceder un complemento salarial a los jueces destinados en aquella comunidad, o sea, dietas o extras. Un plus de peligrosidad, vamos. Como si estuvieran en zona de guerra, apestada o catastrófica. Otro tanto habrá que hacer, digo yo y siempre que no tengan nada en contra los de la Plataforma, con los enfermeros foráneos, entre otras razones por trabajar en una zona altamente contagiada y donde mayor es el riesgo. Más pluses para evitar escapadas. Luego está la sentencia del Supremo exigiendo un 25 por ciento de castellano en las aulas: el Govern ya ha anunciado que se la pasará por el arco del triunfo, como ha hecho con las otras diez sentencias sobre el caso. Los «indepes» ya deben de tener el arco del triunfo muy escocido. Pregunto: ¿se fiarán los pastores indepes de los enfermeros andaluces para curar sus irritadas entrepiernas o les bastará con los polvos de talco que les enviará Sánchez?
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