Gente

Victoria Federica quita hierro al cisma de los Alba

Fue la invitada especial a la fiesta de puesta de largo de los hijos de Cayetano Martínez de Irujo, celebrada en medio de la polémica por las explosivas memorias del conde Salvatierra

Victoria Federica a su llegada.
Victoria Federica a su llegada.larazon

Cuando a Victoria Federica de Marichalar y Borbón le recomendaron desde su entorno que no era aconsejable aparecer por la fiesta de mayoría de edad de Luis y Amina, los hijos de Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova, contestó que su familia y la del jinete son muy amigas y no encontraba el menor problema en presentarse anoche en el palacio de Arbaizenea de San Sebastián, donde se celebró la fiesta de mayoría de edad de los mellizos. La presencia de la hija de la Infanta Elena «apaciguó» de alguna forma ante los periodistas situados a las puertas del lugar la polémica generada entre el anfitrión y sus cinco hermanos tras la publicación de su explosiva autobiografía, «De Cayetana a Cayetano», en la que desvela pasajes de su vida familiar que han enfadado en demasía al resto de vástagos de la fallecida Duquesa de Alba.

Para Vic, como se la conoce en la intimidad, no ha supuesto una sorpresa enterarse de que su madre y el dueño del palacio mantuvieron una relación sentimental, corta pero intensa, mucho antes de que la Infanta conociera a Marichalar. Y Doña Elena le ha contado a su hija que aún mantiene una gran amistad con Cayetano, con el que comparte su gran afición por la hípica profesional. Victoria Federica no tiene una estrecha amistad con los mellizos, pero sí con la prima de estos, Tana Rivera, hija de Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera, también presente en la fiesta.

En todo caso, no asistieron la mayoría de los hermanos de Cayetano: con Carlos, el actual Duque de Alba, Alfonso y Jacobo no se habla; con Eugenia ha tenido sus más y sus menos, y con Fernando es con el que mejor se lleva. Jacobo no le perdona que no le diera algunos de los muebles que aún permanecen en el citado palacio y que pertenecieron al dueño original del mismo, el padre de ambos, Luis Martínez de Irujo. Pero doña Cayetana decidió en vida que la mansión y todo lo que había en su interior fuera para Cayetano.

Volviendo al acto de anoche, muchos de los invitados entraron en la propiedad en sus coches, sin parar ante la Prensa que les esperaba a la entrada de la finca. En el momento de escribir estas líneas, se sabe que Luis y Amina contaban con la presencia de sus padres, su tío Fernando Martínez de Irujo, sus primos Brianda y Jacobo, hijos del mismo Jacobo y de María Eugenia Fernández de Castro, otro primo, Fernando, hijo del actual Duque de Alba, con su esposa, Sofía Palazuelo, Carlos, hermano del anterior, y su novia Belén Corsini, Bárbara Mirjans, novia de Cayetano, además del marqués de Cubas, Paloma Segrelles y Ramón García y su mujer, Patricia Cerezo.

De esmoquin y traje largo

El «dress code» exigido a los invitados era de esmoquin para ellos y vestido largo para ellas. Luis lució un exclusivo diseño del sastre Daniel Sánchez Caro, mientras que Amina eligió dos prendas, una de Jorge Vázquez y otra de Tot-Hom. Alrededor de cuatrocientos invitados, que, según descubre la periodista Beatriz Miranda, disfrutaron de una cena ofrecida por Meharcatering, la empresa que gestiona la celebración de eventos en esa misma finca, a base de productos andaluces y vascos, desde gazpacho y rabo de novilla estofado, a pimientos, chipirones con banderillas Gilda y crujientes de pollo. Baile posterior, dj y una banda de trap, la Trapical Minds. La parte musical fue el regalo de Eugenia y su pareja, Narcis Rebollo, presidente de la discográfica Universal, quienes desde el primer momento confirmaron su asistencia.