Nueva York

Valentí Fuster y Joaquín Navarro-Valls investidos Honoris Causa por la UIC

Valentí Fuster y Joaquín Navarro-Valls, ayer en la ceremonia de investidura
Valentí Fuster y Joaquín Navarro-Valls, ayer en la ceremonia de investiduralarazon

BARCELONA- La Universidad Internacional de Cataluña (UIC) invistió ayer Doctor Honoris Causa a Valentí Fuster, el director de la unidad de Cardiología del Monte Sinaí de Nueva York y presidente el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares de Madrid; y al ex portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls. La ceremonia, la tercera de estas características desde la creación de la UIC hace trece años, estuvo presidida por el rector de la universidad, Josep Argemí. Tanto los encargados de leer el «laudatio» de los nuevos doctores, Albert Balaguer y Salvador Aragonés, como Argemí se mostraron muy agradecidos por la confianza que ambos depositaban en una universidad «joven, pero llena de ilusión». Ilustrados y luchadoresDe Fuster, Balaguer destacó su «excelencia personal, científica y docente» demostrada a lo largo de su «innovadora y extensa» trayectoria profesional. No en vano, el doctor Valentí Fuster es un prestigioso investigador de la diagnosis, el tratamiento y la prevención de las enfermedades cardiovasculares y ha publicado más de 700 artículos sobre las afecciones de la arteria coronaria, la arterioesclerosis y la trombosis. Más aún, en todos estos años no se ha apartado de su labor clínica como tal. Actualmente, uno de los nuevos retos del doctor Fuster es hacer llegar todo su conocimiento científico a la sociedad con proyectos como la Fundación SHE, cuyo objetivo es divulgar hábitos saludables de vida entre los más pequeños. Para el cardiólogo, es vital que desde la infancia se inculquen valores y conductas que luego repercutirán en un corazón y una mente más sanas.En cuanto a Joaquín Navarro-Valls, el que fue director de la Oficina de Información de la Santa Sede entre 1984 y 2006, desde donde hizo llegar al mundo los mensajes del Papa Juan Pablo II, además de psiquiatra y periodista, Aragonés destacó que «fue más que un portavoz, fue amigo del Papa». Añadió que «además, se ocupó de las personas que habían detrás de cada periodista». Aragonés habló con conocimiento de causa, porque tras compartir años de facultad, vivió junto a Navarro-Valls la muerte de Sant Josep Escribà en Roma. Años más tarde, sería el propio Papa quien solicitaría sus servicios a lo que no pudo negarse. De Juan Pablo II, Navarro-Valls dijo que siempre le sorprendió como «en él, se hacía evidente la inteligencia de un teólogo y la inocencia de un chiquillo». Al acto, que duró alrededor de dos horas, acudieron el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el reconocido oftalmólogo Joaquín Barraquer, la comisionada de la alcadía de Barcelona de Relaciones Ciudadanas, Caty Carreras, y el obispo de Solsona, Jaume Traserra, entre otros.