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75 años y sereno por Fernando SÁNCHEZ DRAGÓ

El escritor Fernando Sánchez Dragó
El escritor Fernando Sánchez Dragólarazon

Hoy cumplo mis primeros tres cuartos de siglo. Hasta aquí he llegado. ¿Es un acto de chulería decir que mi salud es casi perfecta? No, porque en los últimos días me he sometido a toda clase de chequeos, desde los pelos de la coronilla hasta el uña del dedo meñique del pie, y no hay novedad en ninguno de los frentes. Será eso, digo yo, no sólo por la genética y el karma, sino también por el elixir, desde el que hace ya muchas lunas vengo dando cuenta en estas páginas. Lo del casi es porque aún no tengo el resultado del doppler de las carótidas que me hice el jueves en el Ruber de Juan Bravo, adonde acudo con asiduidad, fidelidad y lógica alegría, pues las noticias que me dan siempre, hasta ahora, han sido buenas.


Hace una semana fui a la espectacular clínica y fundación del doctor Cacabelos, en Santa Marta de Babío, Bergondo (EuroSpes, La Coruña), cosa que también hago con regularidad desde hace cosa de una década, y esa luminaria de la medicina, la neurología y la filosofía me tuvo durante siete horas y media, pim, pam, pum, dale que te pego, sometido a un fuego graneado de aparatos espectaculares, análisis, palpaciones, auscultaciones, prospecciones genéticas de alta precisión y matemática exactitud, pruebas cognoscitivas, farmacológicas y nutrogénicas, interrogatorios de tercer grado no policial y otras estrategias indagatorias de mi salud. Su balance final fue como para invitar a Cacabelos y a todos sus colaboradores a barra libre de angulas de lomo más negro que el alma de un pecador en el Kulixka de Madrid. Las regaríamos con Albariños, Dom Perignon y Grand Marnier. Todo eso es buenísimo para la salud, porque nada contribuye tanto a ésta como la amistad. Iba a hablar de la artritis, de la artrosis y de la mejor forma de combatirlas. Lo haré dentro de un mes. Adelanto sólo que esos achaques de la edad mejoran vertiginosamente con la Ocean Formule de EuroHealth y el Movial de Actafarma. ¿Es publicidad? No, porque en lo dicho resplandece la verdad. Yo tomo esos productos y mi birthday es hoy very happy.