Sevilla
Un reparto desigual
El empate le vale al Mallorca en su pugna por la salvación, aunque no al Sevilla para la «Champions».
No fue bien recibido Manzano en el Iberostar. Lo esperado. No lo fue tanto la mediocre imagen mostrada por su Sevilla. Un aspirante a la Liga de Campeones que sucumbió al empuje de un Mallorca con la salvación prácticamente bajo el brazo y tremendamente acertado de cara al marco rival. Cierto es que sin Navas y Kanouté no sólo el Sevilla, sino cualquier equipo del mundo no sería el mismo. Pero se le presuponen más argumentos a uno que pelea, como mínimo, por no perder su estatus de asiduo en Europa.
La conclusión de la primera mitad es que resulta muy sencillo hacerle un gol al cuadro de «Goyo». Su experimento, con el desfondado Romaric incluido, apenas superó la media hora. Para entonces, Negredo se había trabajado un penalti ante Ramis (luego lo anotó) para igualar el tanto inicial de Aki. Los mallorquinistas protestaron el derribo, muy claro. Ahí la batalla estaba perdida, no en las inmediaciones del área de Varas. La retaguardia nervionense era muy débil, y los envites bermellones cada vez más procaces. En uno de ellos, al filo del descanso, la ausencia de oposición permitió a De Guzmán soltar un latigazo raso desde 30 unos metros. Golazo.
El paso por los vestuarios reactivó la ambición sevillista. Negredo falló un gol cantado en pleno asedio. La «cantada» de Aouate se lo hizo más fácil a Rakitic a falta de 20 minutos, los más vibrantes de un partido que acabó con empate merced a los porteros: Varas le ganó el mano a mano a De Guzmán (90') y acto seguido Aouate al canterano Rodri.
Árbitro: Turienzo Álvarez (Colegio castellano-leonés). Amonestó a Castro, De Guzmán, Nunes, Medel, Fazio y Navarro.Goles: 1-0 (min. 16): Aki. 1-1 (min. 30): Negredo, de penalti. 2-1 (min. 43): De Guzmán. 2-2 (min. 68): Rakitic.
Incidencias: Alrededor de 18.000 espectadores en el Iberostar. Partido correspondiente a la jornada 31 de la Liga BBVA.
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