América

Chile

Espermatozoides congelados para salvar a la abeja de la miel

La abeja mielera se extingue en Perú, como en el resto del mundo, y ahora un grupo de biólogos han desarrollado en este país un novedoso proyecto para congelar espermatozoides que permitan la inseminación artificial de las abejas reinas.

Tres biólogos peruanos han logrado extraer espermatozoides de los zánganos de la "apis melífera", congelarlos a 197 grados bajo cero y descongelarlos manteniendo su vitalidad y su movilidad, lo que permite inocularlos en las abejas reina y multiplicar así sus posibilidades reproductivas.Según contó a Efe Martha Valdivia, Decana de la Facultad de Biología de la Universidad Mayor de San Marcos y asesora de este proyecto que ha costado dos años llevar a término, la aportación de su equipo de tres personas consiste precisamente en el exitoso proceso de congelación y descongelación.Tras extraerlos de la vesícula seminal de un zángano -algo que según ella facilita el proceso de congelación- el equipo de biólogos han conseguido salvar "millones de espermatozoides concentrados en ocho microlitros", lo que prácticamente garantiza la inseminación.La congelación del material genético masculino de los zánganos no solo permite una prometedora multiplicación de gametos listos para fecundar, sino que "los mantiene exentos de contaminantes como ácaros o parásitos que podrían exterminar los panales".Sin embargo, falta ahora la inseminación intrauterina de los espermatozoides en las abejas reinas, algo que corresponde a los apicultores y que según ella es difícil de lograr en Perú, donde "tal vez existe una persona"capaz de llevarlo a efecto.En otros países, como en el vecino Chile, la inseminación artificial con espermatozoides "frescos"la hacen de manera rutinaria, explicó Valdivia, quien concluye que se abre así "una buena oportunidad para establecer lazos de cooperación entre países".Una vez demostrada la fiabilidad del proyecto, los biólogos van a comenzar a elegir algunos de los mejores ejemplares de estos insectos que puedan ser buenos proveedores de productos para el consumo humano: miel, cera y polen, principalmente, sin olvidar las posibilidades que el proyecto presenta en cuanto a la variabilidad genética de las abejas.En Perú, como en el resto del mundo, se está observando una alarmante disminución de estos insectos tan asociados al hombre desde antiguo, sin que hasta el momento se hayan ofrecido causas muy claras para este fenómeno.La doctora Valdivia apunta como posibles motivos los relacionados con la salubridad, el medio ambiente o incluso el cambio climático, que ha retrasado o adelantado la polinización de las flores, o ha hecho aparecer o desaparecer ciertas especies de flora, ya sea por culpa del deshielo o por la desertificación.En el mundo de las abejas, los machos son llamados zánganos, y su función en la vida es mantener su material genético y transferirlo a la reina; en otras palabras, viven para copular.Las hembras pueden ser de dos clases: las obreras o productoras, que son las que fabrican la miel y la cera, y las abejas reinas o reproductoras, que viven para copular con el zángano y mantener viva la especie.