Elecciones

El carisma y los 185 diputados

La Razón
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La ola de fervor marianista, entre los que no hace tanto le criticaban, dentro y fuera del PP, es un fenómeno característico del oportunismo político. No hay que escandalizarse porque es algo intrínseco a la condición humana. Lo sorprendente sería lo contrario. Es cierto que la animadversión de antaño se ha convertido en la frase común de que será mejor presidente que candidato aderezada con que no tiene carisma. Las dos cosas son chorradas, pero los que eran críticos tienen que transitar de su deslealtad al fervor buscando alguna excusa. Ningún presidente tuvo previamente carisma, porque este término es una entelequia. Hay que recordar a Suárez, González, Aznar y Zapatero antes de llegar al palacio presidencial. A González lo inventaron los periodistas que parecían un grupo hooligans. Las encuestas dan un gran resultado para Rajoy, quizá el mejor que nunca haya obtenido el centro derecha. Supongo que eso será carisma y, sobre todo, le convierte en un buen candidato ya que el mejor termómetro es el resultado electoral.