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El primer toro bravo clonado

El toro de lidia salta al laboratorio tras la primera clonación en España. Imagen de archivo de reses bravas (AP).
El toro de lidia salta al laboratorio tras la primera clonación en España. Imagen de archivo de reses bravas (AP).larazon

«Got» –«Vaso» en valenciano–, es el primer toro bravo español clonado de la Historia. El pionero animal, que pesó 25 kilos, nació la madrugada del lunes al martes fruto del estudio desarrollado por los responsables de la Fundación Valenciana de Investigación Veterinaria (Vive). Como madre de alquiler de este «cuenco» de futura bravura, una vaca lechera, concretamente de la raza frisona, escogida de una finca cercana a la localidad palentina de Frómista, lugar del alumbramiento. Y es que después de tres años de duro trabajo, Vicente Torrent y todo su equipo, con mención especial para la investigadora Rita Cervera, con quien también comparte trabajo codo con codo en el animalario del Centro de Investigación Príncipe Felipe, pudieron contemplar al fin con mirada maternal a su retoño en los laboratorios. Hoy mismo, a las once de la mañana, presentarán en un hotel de la villa palentina esta primera experiencia de clonación del toro bravo no sólo en España sino también en Europa. Una rueda de prensa que ha despertado mucha expectación y que propició en la tarde de ayer que la centralita de dicho hotel se viera totalmente desbordada.Negro zaíno, como su padre biológico, un semental de la ganadería gaditana de Alfonso Guardiola, «Got» no correteará en solitario por las dehesas. Si no hay contratiempos, hoy mismo verá la luz «Glass», hermano de padre de la histórica res nacida en tierras castellanas.

Nacidos de un trozo de piel Ambos proceden de un trozo de piel de medio centímetro cuadrado. De allí, extrajeron una única célula, cuyo núcleo fue añadido a un óvulo de una vaca de matadero. Una vez gestado el embrión, se implantó en «Leonís», la vaca frisona, escogida como vientre de alquiler por su tamaño, menos problemático a la hora del momento cumbre del parto. Para sus criadores, la esperanza de vida de «Got» es idéntica a la de cualquier otro burel de lidia que pace en el campo, entre quince o veinte años, siempre y cuando no sea lidiado en un coso, ya que la probabilidad de que contraiga cualquier enfermedad es la misma que cualquiera de su especie. Detrás de este nuevo escalón en el campo de la ciencia, después de la clonación en los últimos tiempos de ratones, ovejas o simios, aparece la búsqueda de poder clonar cualquier animal en peligro de extinción. No en vano, las próximas intenciones de este equipo de la Fundación Vive apuntan a otro de los reyes de la fauna ibérica: el lince ibérico.