Ser o no ser

Zapatero deshoja la margarita sobre su sucesión a solo 24 horas de que se reúna el Comité Federal del PSOE en el que está anunciada la gran noticia, que no es otra que el conocer las intenciones del líder socialista sobre su futuro. Muchos son los líderes territoriales del PSOE, así como de su propio gabinete o del Congreso de los Diputados que se postulan abierta o solapadamente en esta carrera sucesoria. La última es la ministra de Defensa, Carme Chacón, que ha comunicado al PSC la decisión de aplazar el relevo de Montilla para ver como cuaja la sucesión en Madrid. Rubalcaba, que aparecía como el hombre fuerte para dicho relevo, está tocado por el «caso Faisán», mientras que Bono goza de las antipatías de todos ellos. Con este panorama el PSOE se enfrenta a uno de los momentos más difíciles de las dos últimas legislaturas. Zapatero no ha dicho aún la última, es decir, nadie sabe si continuará o no al frente del partido y del Gobierno, aunque todo apunta, conociéndole como se le conoce, que podría mantenerse en el cargo hasta el 22-M y, tras pasado el verano, anunciar una retirada que permitiera un relevo mínimamente sin traumas y un adelanto electoral en otoño. Así bajan las aguas de revueltas en el socialismo español, por no decir el murciano, donde la debacle puede ser monumental. Pero a lo que íbamos. Uno se inclina por la segunda opción, es decir, que el día 2 de abril no habrá ningún anuncio, toda vez que Zapatero observa el movimiento de los suyos para quedarse con su cartera. Pero de poco le servirá, ya que el tiempo del presidente se ha agotado y es lo que pide España entera. De seguir, la economía española no mejorará, y de irse, se entraría en una guerra intestina de incalculables consecuencias con unas elecciones a 50 días vista. Difícil la papeleta del PSOE en todos los órdenes. De todas formas, saldremos de la duda mañana mismo, cuando Zapatero mire a los suyos a la cara, y entone la hamletiana frase del ser o no ser. Is the question.